En Ucrania, se lanzan bombas sobre el consulado ruso en medio de las tensiones en la frontera

El incidente descrito por Moscú como terrorismo y funcionarios de Ucrania como vandalismo se produjo a medida que aumentan las tensiones.



El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo el viernes que se había arrojado un cóctel molotov al consulado del país en la ciudad de Lviv en Ucrania y que había protestado formalmente por el ataque, que describió como un acto de terrorismo.

El ministerio convocó a un funcionario ucraniano y pidió disculpas a las autoridades de su país.



La policía ucraniana en Lviv dijo que había iniciado una investigación sobre el incidente, al que se refirió como vandalismo.

El incidente se produce cuando aumentan las tensiones por una acumulación de tropas rusas cerca de la frontera con Ucrania que ha avivado los temores de una invasión.

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El Kremlin también dijo el viernes que esperaba que Estados Unidos respondiera el próximo mes a su solicitud de garantías de seguridad que impiden la expansión de la OTAN a Ucrania.



El presidente ruso, Vladimir Putin, había instado este jueves a Occidente a atender la demanda de inmediato, acusando a Estados Unidos y sus aliados de mantener una presencia militar “en el umbral de nuestra casa”.

Moscú presentó un borrador de documentos de seguridad la semana pasada exigiendo que la OTAN niegue la membresía a Ucrania y otros países exsoviéticos y haga retroceder los despliegues militares de la alianza en Europa central y oriental.

"Para discutir la desescalada, esperamos que nuestros oponentes en Washington proporcionen respuestas específicas a nuestras propuestas en enero", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, durante una conferencia telefónica el viernes con periodistas.



El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le dijo a Putin en una videollamada a principios de este mes que Rusia enfrentaría graves consecuencias si atacaba a Ucrania.

Moscú ha negado sus planes de lanzar un ataque, pero ha descrito la expansión de la OTAN y el despliegue de armas en Ucrania como una línea roja.

Durante una conferencia de prensa anual maratón el jueves, Putin dijo que las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia que se espera que comiencen en Ginebra el próximo mes fueron un movimiento positivo, pero que Moscú esperaba que produjeran resultados rápidos.



Estados Unidos y sus aliados, sin embargo, han dicho que no le darán a Rusia el tipo de garantía sobre Ucrania que Putin quiere. Uno de los principios clave de la OTAN es que la membresía está abierta a cualquier país que califique. Los funcionarios estadounidenses están consultando con los aliados europeos antes de las conversaciones de Ginebra.

El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, dijo el viernes que su país debe ser parte de cualquier conversación de seguridad de la OTAN con Rusia.

"La seguridad euroatlántica está en juego en Ucrania, por lo tanto, Ucrania debería ser parte de las consultas de seguridad sobre el tema", tuiteó. "Apoyamos la idea de que Estados Unidos, la UE y la OTAN hablen con Rusia siempre que el tema principal sea poner fin al conflicto armado internacional, la guerra de Rusia contra Ucrania".



Peskov rechazó las preocupaciones occidentales sobre la acumulación de tropas rusas. Dijo que el país tenía derecho a desplegar sus fuerzas armadas donde lo considerara necesario en su territorio, y presentó los movimientos recientes como una respuesta defensiva a las provocaciones de Occidente.

"Lo que sea que Rusia haga con sus tropas, lo hace en su propio territorio y no podemos permitir que nadie desafíe ese derecho soberano", dijo.

"Rusia toma ciertas medidas para mover y redesplegar sus fuerzas armadas en su territorio en vista de los movimientos hostiles de nuestros oponentes de la OTAN, los EE. UU. y algunos países europeos que han realizado maniobras inequívocas cerca de nuestras fronteras, realizado vuelos de reconocimiento y desplegado buques de guerra".



“Nos preocupa profundamente y nos obliga a tomar ciertas medidas para garantizar nuestra seguridad”.

Rusia anexó Crimea en 2014 y dio su apoyo a una rebelión separatista en el este de Ucrania. Más de 14,000 personas han muerto en los comba





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