Como concepto la Cuarta Transformación resume desde una perspectiva histórica el objetivo principal del movimiento que encabezó Andrés Manuel López Obrador para llegar a la Presidencia de la República en el 2018, que es superar los obstáculos estructurales que impiden a los mexicanos tener un desarrollo económico, político y social con mayor equidad, bienestar, justicia, libertades, democracia, seguridad y felicidad, y que sugiere como condición una transformación profunda de las bases de la vida pública, política, gubernamental, cultural, económica y moral de México, de ahí que para Andrés Manuel López Obrador y el movimiento que encabeza, más que una oferta de campaña o un propósito de gobierno, la Cuarta Transformación es una forma discursiva de exponer el calado de la profundidad y radicalidad de los cambios que se requieren para superar la crisis económica, política y social del país.
Esta es la Cuarta Transformación de AMLO
Desde antes de iniciar su campaña electoral para la Presidencia de la República en enero del 2018, a lo largo y ancho de sus recorridos por el país, Andrés Manuel López Obrador, planteó que lo que México necesitaba para superar la grave problemática que en todos los órdenes viven los mexicanos era acabar con la corrupción y llevar a cabo profundas transformaciones, como las tres grandes que se han registrado desde el movimiento de Independencia de 1810 a 1821, la guerra de Reforma entre 1855 y 1867 y la Revolución Mexicana de 1910 a 1917, y no sólo hacer promesas de campaña para alcanzar la Presidencia del país.
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Cuarta Transformación: Oferta de campaña o necesidad histórica
Esa fue la diferencia del candidato Andrés Manuel López Obrador del resto de sus contendientes, que éstos hablaron de compromisos de campaña que harían realidad de llegar a la Presidencia de la República y la propuesta de López Obrador fue más allá de alcanzar la silla presidencial, en su campaña electoral hizo un llamado a los mexicanos para lograr cambios profundos que significarían grandes transformaciones en las estructuras económicas, políticas, gubernamentales, morales, sociales y culturales, como condición para resolver la grave problemática de como la pobreza, la inseguridad, el abandono de ésta problemática por parte del Estado, la descomposición del tejido social, el desempleo, la desigualdad económica y social, la división social y la marginación de los pueblos indígenas, entre otros, generada por la ideología individualista del denominado modelo neoliberal; no sería suficiente plantearse llegar a la Presidencia de la República e implementar programas de gobierno, sino hacer una revolución pacífica que cambiara las estructuras económicas, las instituciones del Estado, la forma de ejercer el poder, que permitiera cambiar la vida de los mexicanos hacia un mayor bienestar generalizado de la población.
Numéricamente, la Cuarta Transformación hace referencia a que el movimiento que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador se propone generar transformaciones del calado de las tres grandes históricas transformaciones que se han vivido en México propiciadas por movimientos beligerantes que opuestos se han enfrentado, por un lado, por mantener una situación económica, política y social que beneficia a las elites en el poder, generalmente aliada con intereses extranjeros, y por otro lado, por ampliar las oportunidades económicas, distribuir más equitativamente la riqueza producida en el país, la igualdad ante la ley, la elección democrática de los gobernantes y representantes, las libertades de expresión, manifestación y religión, que han impulsado amplios sectores de la población excluida y marginada.
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La primera gran transformación fue resultado del Movimiento de Independencia, entre 1810 y 1821, iniciado por Miguel Hidalgo y Costilla, considerado el Padre de la Patria, y mantenido por el cura José María Morelos y Pavón y Vicente Guerrero, que permitió a México pasar de ser una colonia de la Corona Española, a ser una nación independiente, transformando las estructuras políticas y económicas que protegían los intereses peninsulares en beneficio del bienestar de los mexicanos.
De igual forma la segunda gran transformación tuvo lugar entre 1855 y 1867, denominada de las Leyes de Reforma, con la guerra entre los conservadores y los liberales que dio pie para que el país pasara de ser una nación con un fuerte dominio económico y político por parte de la iglesia y las posturas pro monárquicas y centralistas de los conservadores, a una nación con sólidos cimientos jurídicos liberales que acabaron de conformar el Estado Nacional, la república federal democrática, laica, de libre competencia, con la prevalencia de la ley y de un régimen de gobierno sustentado en el equilibrio de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, en beneficio de las libertades políticas, económicas y sociales de los mexicanos y de la rectoría del Estado sobre la vida nacional, siendo impulsada por liberales como José María Luis Mora, Benito Juárez y Miguel Lerdo de Tejada.
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La tercera gran transformación de la vida nacional fue a través del movimiento llamado de la Revolución Mexicana entre 1910 y 1917, que permitió pasar de una sociedad controlada por las élites terratenientes y dictatoriales, encabezadas principalmente por Porfirio Díaz, que marginaron y excluyeron económica, política y socialmente a amplios sectores de población, especialmente a campesinos, pueblos, trabajadores, productores agrícolas y pequeños empresarios, así como a la oposición política, a una sociedad que permitiera la participación política en la elección de los gobernantes, que respetara los derechos de los campesinos y comunidades rurales insertándose en la economía rural acabando con las propiedades latifundistas, que respetara los derechos laborales de los trabajadores, que contara con un gobierno con responsabilidad social, que fomentara la libre competencia y acabara con los monopolios, lo que permitió que amplios sectores de población mejoraran sus condiciones de vida y su participación en la vida económica y política del país, a través de un movimiento armado que empezó encabezado por Francisco I Madreo.
La Cuarta Transformación que impulsa el Presidente Andrés Manuel López Obrador parte de la convicción de que los graves problemas del país como pobreza que golpea a más de la mitad de la población, la desigualdad económica, política y social; el desempleo que coloca a miles de familias en riesgo de desintegración, la corrupción que desvía millones de pesos del erario público en beneficio de cuentas personales, la violencia criminal que ha enlutado a miles de familias, la inseguridad que genera el miedo social a ser víctimas del delito, la falta de oportunidades que orilla a las personas al camino de la delincuencia y el abandono de la problemática social por parte del Estado, fueron provocados por las élites políticas encabezadas por los principales dirigentes formales e informales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional en complicidad con las élites del poder económico nacional e internacional aplicando el modelo denominado Neoliberal, y que sólo van a poder ser superados sólo con transformaciones de gran calado como las generadas por los movimientos de Independencia, el de la Reforma y el de la Revolución Mexicana.
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Muchos de los adversarios de Andrés Manuel López Obrador consideran que la Cuarta Transformación es una obsesión por figurar en la historia, que es un propósito ambicioso inalcanzable, que sólo es un eslogan de campaña, una idea pretensiosa, hasta una actitud mesiánica, sin embargo, para sus seguidores y votantes representa una necesidad de cambio que tuvo su origen en los movimientos sindicales de la década de los cincuentas, en los movimientos estudiantiles de los sesentas, en los movimientos armados de los setentas, en la lucha por la democracia en los setentas y en los movimientos políticos y sociales de los ochentas que demandaban al gobierno una mayor equidad, justicia, libertad, pluralidad, seguridad y oportunidades que fueron negadas por la complicidad de las cúpulas económicas y políticas que se valieron de la corrupción para imponer a los mexicanos un modelo inequitativo de distribución de la riqueza y de gobernar.
AMLO
Para Andrés Manuel López Obrador la Cuarta Transformación es más que una victoria electoral, un gobierno o cambio de régimen, es un verdadero cambio de la vida pública en México en lo económico, político, social y cultural, el cual no sería posible sin el convencimiento de la mayoría de los mexicanos, lo que a su vez sería imposible sin su rechazo a aquello que acabaría por representar a la totalidad del funcionamiento del sistema político, económico y social y aceptado durante décadas por la sociedad, es decir, a la corrupción, de ahí que la principal idea fuerza de la campaña electoral de López Obrador fue dar la espalda a la corrupción, la que habría sustentado ampliamente la movilidad económica y social en el país, rechazar la corrupción sería un rechazo al sistema político, económico y de gobierno abanderado por el PRI y el PAN y las élites económicas nacionales e internacionales.
El rechazo político electoral de 30 millones de mexicanos a la corrupción en la elección del 1 de julio del 2018 que le dio el triunfo a Andrés Manuel López Obrador y a su partido Movimiento de Regeneración Nacional, es interpretado como una nueva conciencia nacional que esta mandatando a la Cuarta Transformación, lo que en el primer año de gobierno de López Obrador se ha traducido en reformas a la Constitución, en prácticas más honestas de gobierno, pero sobre todo en el regreso de valores que apuntan a una nueva vida pública de mayor generosidad en el país que están impulsando la equidad, la justicia, la democracia y el bienestar de los sectores de población que menos tienen y que menos oportunidades han tenido por medio de un gobierno honesto y una sociedad mayoritariamente convencida de dejar atrás a la corrupción como mecanismo de sobrevivencia y movilidad social.
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