Es Halloween y en honor al espÃritu macabro de esta celebración, la gente se anima a contar sus mejores historias de miedo, ya sea que se trate de leyendas o experiencias reales. Esta historia me sucedió cuando era un niño y debo admitir que, aún hoy en dÃa, solo acordarme de lo que pasó sigue causándome escalofrÃos.
Una presencia en nuestro apartamento
-
Cuando tenÃa unos trece años de edad, cerca de estas fechas, mi mamá y mi papá invitaron a nuestros vecinos anteriores del bloque de apartamentos en el que vivimos hasta que yo cumplà cinco años. Se suponÃa que serÃa una velada llena de tragos, bocadillos, juegos de mesa y algún que otro relato de miedo. Lo tÃpico de Noche de Brujas.
A pesar de todo me enviaron a la cama temprano, aunque yo aún podÃa escuchar a todos conversando en la sala de estar sobre esto y aquello. Hasta que en un momento dado, la vecina tomó la palabra: »
—Oye querida —dijo, refiriéndose a mi madre—, ¿recuerdas cuando vivÃan en el apartamento sobre el nuestro y Digsy (yo) solÃa quejarse de que habÃa alguien en su habitación? Bueno, pues hay una familia que acaba de mudarse al piso de arriba con un niño de tres años. Y la otra vez lo escuché quejarse de las mismas cosas que se quejaba Digsy.
Esto me asustó. No me acordaba de nada de esto, asà que al dÃa siguiente decidà preguntarle a mi mamá. Su primera reacción fue de sorpresa.
—¿De verdad no te acuerdas? —me dijo, antes de contarme todo sobre las cosas raras que solÃan suceder en aquel piso.
-
Pasos arriba y abajo del pasillo, objetos que se perdÃan y esas cosas. Ella dijo que lo último que sucedió fue cuando estaba escuchando un disco un dÃa, y el tocadiscos comenzó a disminuir la velocidad, como si alguien estuviera sosteniendo un dedo suavemente en la bandeja, hasta que finalmente se detuvo. Mi mamá dijo que nunca antes habÃa sentido tanto miedo en su vida, a tal punto que se quebró y comenzó a gritarle a lo que fuera que estuviera presente ahÃ.
—¡Déjanos en paz! ¡Déjanos solos, mierda! —tan pronto como ella dijo esto, el disco volvió a tocar normalmente y nunca más experimentamos nada fuera de lugar.
Desde entonces jamás he experimentado nada parecido y en cierta manera, puedo decir que me siento afortunado de no conservar recuerdos de aquella época. En estos dÃas, incluso me muestro bastante escéptico con este tipo historias, pero creo que mi mamá no. Lo más extraño de todo es cómo me enteré, de alguien más, diez años después, que experimentaba algo similar en el mismo sitio.
historia de terror
A veces miró hacia nuestro antiguo bloque de apartamentos a través de mi ventana, y observó fijamente el piso en el que habitamos. Trato de imaginar a la familia que se encuentra ahà ahora y la presencia que seguirá habitando entre sus paredes, aún después de que ellos decidan marcharse.
-
-SÃguenos en Facebook y entérate de las noticias trend de la semana
No hay comentarios.:
Publicar un comentario