“B-hind ofrece una solución única del Internet de las cosas para integrar completamente el músculo del esfínter en la vida cotidiana”, estaba escrito en una descripción del evento de apertura y la recepción con champaña celebrada el pasado 7 de febrero en Rotterdam, Holanda.
Con su esfínter un hombre maneja un robot a control remoto
-Asimismo en la inauguración fue dicho: “Este revolucionario sistema de interfaz alimentado por electrodos anales reemplaza la interacción convencional de dispositivos basados en la mano y la voz y permite un control digital avanzado arraigado en el interior de su cuerpo”.
Como parte de un desafío planteado por las organizaciones de arte V2_, el Laboratorio para los Medios Inestables en Rotterdam e In4Art, los artistas tuvieron que recrear un trabajo anterior alojado en V2_ pero con su propio toque.
Como el primero (y hasta ahora, solo) en esa serie, el “B-hind” del artista Dani Ploeger está inspirado en una extraña pieza de performance de 1994 de Stelarc, un artista cuyo trabajo generalmente se centró en la idea de que los cuerpos humanos son obsoletos.
En “Cuerpo amplificado”, Sterlac se conectó a robots médicos industriales y otro hardware que estaba controlado por impulsos eléctricos de sus músculos. Tenga en cuenta: no hay nada en el trasero.
Para "B-hind", según una página del proyecto en el sito de Ploeger, hackeó un dispositivo de sonda de electrodo anal disponible en el mercado llamado Anuform (que generalmente "se usa para estimular los músculos del esfínter anal y los músculos del piso pélvico, haciéndolos más fuertes”, según el sitio web del dispositivo) para seguir las contracciones de los músculos del esfínter y traducirlos a comandos para un pequeño robot, el Keecker.
Aquí hay un video de la noche de apertura de B-hind, donde Ploeger describe cómo funciona, proyecta un video de su canal anal en las paredes de la galería y muestra el dispositivo en un robot:
Otra de las piezas de arte de performance de Ploeger, llamada Electrode, de 2011, usa el mismo tipo de electrodo anal para reproducir música:
Al igual que el proyecto anterior, de acuerdo con la página del proyecto B-hind, los sonidos en la habitación durante la instalación también provenían de su retaguardia conectada: “La recreación se basó principalmente en muestras de grabaciones directas de procesos corporales (por ejemplo, latidos cardíacos, sangre flujo, contracciones musculares)” escribió.
hombre
“Por lo tanto, el sonido del trabajo se centrará más en la humedad y la carnosidad de los cuerpos humanos en su interacción con los dispositivos tecnológicos”.
En este espectáculo de retaguardias conectadas, robots y champán, Ploeger dijo que las respuestas de la audiencia fueron diversas. “Hubo cierta falta de claridad y confusión”, dijo. “Algunos preguntaron si el producto ya había salido de la fase de creación de prototipos o cuántos ya se habían vendido”.
“Un coleccionista de arte compró uno de los electrodos sellados al vacío con heces… Algunas personas se fueron porque encontraron la exhibición asquerosa… Incluso hubo dos personas que querían probarlo ellos mismos después de ver funcionando el aparato”, comentó el artista.
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