En 1952 Eugenio estaba en la parada del bus en Catania, una ciudad portuaria de Sicilia y precisamente desde el mar vio como un objeto salÃa y se acercaba rápidamente a él con movimientos extraños, se expandÃa y contraÃa rápidamente. Cuando el objeto estuvo cerca lanzó un rayo de luz que baño por completo a Eugenio.
El contacto de Siragusa
-A pesar de lo sorprendente e impactante que fue el hecho, Siragusa siempre aseguró que sintió una sensación de paz inigualable, por supuesto, desde ese momento su vida cambió. Empezó a recibir mensajes telepáticamente y a escribir grandes archivos sobre el origen de nuestro planeta, la creación del hombre, la rencarnación y las civilizaciones de otros mundos, incluso escribió sobre los misterios de Cristo y de seres extraterrestres que nos vigilan de cerca.
En una ocasión, contó Siragusa, fue llevado por estos seres hasta una nave donde le dieron un mensaje relacionado con el desarme nuclear, que para la época era un tema en auge, esto fue lo que escribió Eugenio del mensaje que le dejaron aquello seres:
“Nos duele afirmar que nada se podrá hacer para evitar que vuestro mundo sufra un duro golpe de naturaleza desastrosa y mortal. Si queréis que vuestro planeta no se convierta en el cuerpo doliente de un lejano tiempo, debéis abandonar de un modo definitivo y para siempre vuestros mortales experimentos nucleares. Hemos sido encargados para vigilar vuestro destino, porque tenemos confianza en vuestro porvenir”.
Precisamente después de este mensaje Siragusa crea el Centro de Estudio de la Fraternidad Cósmica, dónde empieza a divulgar sus escritos y los mensajes que le dan los extraterrestres.
Asà inició un recorrido por el mundo, contando su historia y buscando adeptos para su centro en el que llegó a tener más de 50mil personas inscritas con las que compartÃa sus más de 19 encuentros con estos seres.
Muchos fueron los mensajes que Eugenio dijo le habÃan transmitido estos seres, por ejemplo, que tenÃan bases permanentes en nuestro planeta o que controlaban nuestro sistema solar. ¿Falso o verdadero? solo ustedes pueden llegar a la conclusión.
Finalmente, Eugenio murió en el 2006 a los 87 años y su historia todavÃa sigue recorriendo el espacio del misterio.
Siragusa
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