Al menos seis personas han sido asesinadas durante los toques de queda nocturnos impuestos por el gobierno de Kenia para contener la propagación del coronavirus, denunció este miércoles la organización Human Rights Watch (HRW).
Policía de Kenia comete abusos en impunidad
-En un comunicado, el regulador de derechos humanos con sede en Nueva York, dijo que la policía de Kenia, "sin justificación aparente, disparó y golpeó a las personas en los mercados o a las que regresaban a casa del trabajo, incluso antes del inicio diario del toque de queda".
También dijo que la policía irrumpió en casas y robó dinero de los residentes y saqueó alimentos de tiendas en varios lugares de Kenia.
Kenya: Police Brutality During Curfew | Several dead, Others with Life-Threatening Injuries https://t.co/FmzaApvlfd pic.twitter.com/AJIhnpWPX9— Human Rights Watch (@hrw) April 22, 2020
Según los informes, los asesinatos policiales tuvieron lugar durante los primeros 10 días del toque de queda del país, interpuesto el 27 de marzo pasado. El toque de queda prohíbe que las personas se muevan afuera entre las 7 p.m. (16:00 GMT) y las 5 a.m.
"Es impactante que las personas estén perdiendo sus vidas y sus medios de vida mientras supuestamente están siendo protegidas de la pandemia", dijo el investigador principal de HRW en África, Otsieno Namwaya.
Las víctimas incluyen a Idris Mukolwe, de 45 años, un vendedor de tomates golpeado por un bote de gas lacrimógeno arrojado para dispersar a las personas en un mercado al aire libre en el condado de Kakamega. También a Eric Ng'ethe, de 23 años, un contador golpeado hasta la muerte en un pub en el condado de Kwale.
Yassin Hussein Moyo, de 13 años, del área de Eastlands de Nairobi, también se encontraba entre las víctimas. Según testigos, la policía le disparó con munición real al niño, golpeándolo en el estómago y matándolo. El padre del niño, Hussein Moyo, le dijo a los medios de comunicación de Kenia que su hijo estaba parado en el balcón del tercer piso a la medianoche del 31 de marzo junto a sus hermanos cuando la policía le disparó.
Tras las críticas de varios grupos de derechos sobre la brutalidad policial en la ciudad costera de Mombasa, el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, se disculpó el 30 de marzo por el uso de la fuerza por parte de la policía, pero no ordenó a las autoridades que pusieran fin a la violencia durante los patrullajes del toque de queda.
Según la agencia de noticias DPA, cuando se le preguntó acerca de la investigación de HRW, el portavoz del Servicio Nacional de Policía, Charles Owino, dijo al portal de noticias que hubo "algunos casos en los que varios policías se portaron mal", pero argumentó que se trataba de incidentes aislados. La brutalidad policial no es una política del gobierno de Kenia, añadió.
Human Rights Watch
HRW pidió a las autoridades de Kenia que investiguen urgentemente los casos de brutalidad y responsabilicen a la policía, quien excusa su actuar en la llegada de coronavirus al país africano.
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