“El Hoyo” es la ópera prima de Galder Gaztelu-Urrutia que tras su estreno ha sido todo un éxito, pero cabe destacar que el final de la cinta no ha sido tan claro y muchos fans se le han dado muchas interpretaciones, por ello, el director de la cinta ha aclarado todas las dudas.
Spoiler de la película El Hoyo
-Tal parece que Galder Gaztelu-Urrutia hizo historia al ser la primera producción española en convertirse en la película más vista de la plataforma Netflix en territorio norteamericano y entre lo más comentado de la cinta está su final, que ha dado pie a múltiples interpretaciones.
Hay que destacar que esta película es una distopía piramidal, en la que una serie de personas son encerradas en diferentes niveles y todas deben compartir el alimento, lo que implica que aquellas que estén en las primeras plantas abarcan con casi toda la comida, mientras que los que están en los pisos más bajos se quedan sin nada, fomentando un sistema en el que los que están más abajo acaban sucumbiendo a sus instintos más básicos.
Muchos de los que han visto la cinta en Netflix, han expresado que el final es bastante abierto a muchas interpretaciones, en donde resalta la más optimista que es en la que el protagonista, Goreng (Iván Massagué), ayudado por Baharat (Emilio Buale), consiguen que una niña, la hija de Miharu (Alexandra Masangkay), que está escondida en el nivel más bajo de todos y aparentemente bien de salud, logre subir al nivel 0. Ella se convierte en el "mensaje".
Ante esta interpretación el director Gaztelu-Urrutia lo plantea desde una mirada diferente: "Para mí, ese nivel más bajo [el 333] no existe, pues Goreng está muerto antes de llegar y eso es solo su interpretación de lo que sintió que tenía que hacer", ha declarado en una extensa entrevista para Digital Spy.
Pero eso no es todo, pues añadió: "Realmente, creemos que puede haber una mejor distribución de la riqueza, pero la cinta no trata estrictamente del capitalismo. Puede haber una crítica al capitalismo desde el inicio, pero mostramos que tan pronto Goreng y Baharat prueban el socialismo, intentando convencer a los otros prisioneros de compartir voluntariamente su comida, acaban matando a la mitad de esas personas, a las que se supone que deben ayudar.
Gaztelu-Urrutia también ha dejado claro algunos detalles del final: “Al final, el problema surge cuando intentas exigir la colaboración y ver que no hay grandes logros. Goreng hace lo que se propuso hacer, llevar la panna cotta al nivel más bajo, pero no cambió sobre su opinión de compartir el resto de la comida".
Por último, el famoso cineasta dejó que el público sea el que interprete el final como mejor considere, algo evidente al ser tan ambiguo, así lo explicó: "Quería que estuviese abierto a que se interpretase de múltiples formas, si el plan funcionó y los que están en el nivel más superior llegan a preocuparse de lo que sucede en El Hoyo incluso”.
la película “El Hoyo”
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