Cada año, el 15 de mayo, se lleva a cabo una misa en las iglesias como parte de la celebración del Patrono de los agricultores, San Isidro Labrador, debido a la pandemia por la cual atravesamos, la misa se realizará de manera virtual en su red social de Facebook.
Historia de San Isidro Labrador
-Hoy se celebra a San Isidro Labrador, patrono de los agricultores del mundo. La Catedral de San Isidro celebrará su tradicional misa este viernes, a partir de las 19:00 y los fieles que así lo deseen podrán unirse a la ceremonia de forma online a través de Facebook @sanisidro.oficial.
Milagros de San Isidro Labrador
Santo español, patrono de la Villa de Madrid y de los agricultores, nació en 1082 en Madrid. Parece ser que vino al mundo en el seno de una familia humildísima, poco antes de la reconquista de Madrid, en una casa situada donde en la actualidad se halla la calle de las Aguas. Quedó huérfano muy pronto, así que el joven Isidro se buscó el sustento con trabajos como el de pocero hasta que finalmente se empleó como labrador. Se ocupó de su familia, trabajó, rezó mucho, fue muy generoso con los más pobres y así se santificó y se le celebra cada año.
El 19 de junio de 1622, Isidro, que en la memoria del pueblo ya era santo, fue canonizado por el papa Gregorio XV. En 1657 el arquitecto fray Diego de Madrid comenzó a levantar la capilla de San Isidro, primer ejemplo del barroco madrileño, aneja a la iglesia de San Andrés, destinada a contener la urna del santo, cuyo traslado se produjo definitivamente en 1669.
Un día que había nevado estaba yendo al molino con un saco de grano muy pesado, sintió mucha lástima por unos pájaros que con la nieve eran incapaces de encontrar su alimento. Así que decidió darles parte del grano que llevaba. Pero cuando llegó al molino su saco volvía a estar lleno.
Mientras San Isidro estaba trabajando en el campo su hijo cayó en el interior de un pozo. Cuando llegó al lugar se encontró a su esposa lamentándose por lo sucedido. Ambos rezaron y en unos minutos el nivel del agua empezó a subir hasta que su hijo salió a la superficie.
Milagro incluso después de su muerte. Felipe III estaba muy enfermo, así que pidió que le llevaran el cuerpo de San Isidro para curarse. Su salud mejoró tanto que el Rey comenzó los trámites para beatificarlo.
La imagen tradicional lo muestra con las herramientas de labranza en sus manos o con un atado de espigas de trigo en sus brazos; la mirada elevada a lo alto indica que era hombre de oración.
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