Un trozo de papel aparentemente inocente atrapado entre las páginas de un libro de texto de ingeniería en la Biblioteca Pública de Wichita. Pero las palabras escritas allí fueron el comienzo de la caza del gato y el ratón del autodenominado asesino serial BTK Killer, Dennis Rader.
El insólito caso del BTK killer
-En la superficie, Rader llevó una vida bastante típica. Sirvió en la Fuerza Aérea en la década de 1960 y finalmente se casó y se estableció en Wichita y tuvo dos hijos. Trabajó para la compañía de equipos de campamento Coleman Company, la compañía de seguridad para el hogar ADT y luego como oficial de cumplimiento de Park City, Kansas. Y para forjar realmente la imagen del hombre de familia, también era un miembro activo de su iglesia y un líder Boy Scout.
Pero esa fachada perfecta puede haber sido la imagen exacta que quería transmitir mientras cubría algunos de los asesinatos más horripilantes de la historia de Estados Unidos.
La posible razón: cuando era niño, había desarrollado "fantasías sexuales violentas que involucraban esclavitud" después de matar animales. Y el 15 de enero de 1974, recurrió a su primera ola de asesinatos, matando a los padres y dos hijos de la familia Otero y luego asesinando a Kathryn Bright en abril de ese año. Había conocido tanto a Bright como a la madre Otero de su tiempo trabajando en Coleman Company.
En un cruel giro del tiempo, cuatro años después Rader se graduó de la Universidad Estatal de Wichita para estudiar. ¿Qué más? - Justicia penal. Y fue ese tipo de doble vida lo que condujo a su ola de crimen cuidadosamente orquestada, que duró de 1974 a 1991.
BTK significa "atarlos, torturarlos, matarlos".
Además del horror de los asesinatos de Radar fue su constante juego con las autoridades, comenzando con esa nota que queda en un libro de la biblioteca.
El empleado del periódico Wichita Eagle , Don Granger, recibió una llamada telefónica en 1974 que revelaba que la carta estaba guardada en uno de los libros. Granger inmediatamente avisó a los funcionarios y la policía lo encontró. Sin embargo, el contenido de la carta no se reveló hasta que un nuevo periódico semanal, el Wichita Sun , que solo se había lanzado unos meses antes, tuvo en sus manos la carta.
asesinos seriales
Una parte de la carta decía: "No puedo detenerlo, así que el monstruo continúa y me lastima a mí, así como a la sociedad".
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