La “narco-guerra” que actualmente se desarrolla en el norte de Sonora entre los grupos del crimen organizado conocidos como Los Salazar, aliado del Cártel de Sinaloa y el grupo de Caborca que dirige Rodrigo Omar Paz Quintero, de 44 años de edad, sobrino de Rafael Caro Quintero, tiene como epicentro un territorio donde se asienta una gran veta de oro.
Cárteles mexicanos siembran terror en Sonora
-En esta pelea, ambos cárteles mexicanos tienen como aliados a importantes políticos de Sonora, quienes también desean quedarse con algunas hectáreas de esas tierras ejidales, que son poseedoras de una gran riqueza en su subsuelo a pesar de ser tierra árida en la superficie.
Resulta que el territorio que está en disputa forma parte del Ejido el Bajío, localizado a unos 65 kilometros al este de Puerto Peñasco, al norte de Sonora, terrenos que por años estuvo usufructuado por la minera Penmont, propiedad del empresario mexicano Alberto Bailléres.
Posterior a un litigio bastante complicado que duró varios años entre los ejidatarios contra la minera, Penmont les devolvió los terrenos, donde quedó una enorme cantidad de oro en una gran alberca con cianuro donde se extrae el metal oro. Sin embargo, hoy en día tanto los ejidatarios y la Minera Penmont están denunciando la entrada de grupos criminales a la zona para quedarse con esos terrenos.
La empresa denunció en un comunicado reciente que recha enérgicamente las acciones criminales cometidas recientemente por un grupo de personas que se dicen vinculadas con individuos que se acreditan como ejidatarios del Ejido el Bajío, pese a que son originarios de Sinaloa y ajenos a la región.
Penmont agregó en el comunicado: “Este acto reprobable se suma a las acciones ilegales que este grupo de criminales ha venido realizando en las últimas semanas con extrema violencia y uso de armas de grueso calibre”.
Trasciende que el día 30 de junio, helicópteros artillados sobrevolaron los terrenos del ejido El Bajío y decenas de elementos de la Marina Armada acordonaron la zona derivado del enfrentamiento entre los grupos del crimen organizado que se disputan el oro.
En esa ocasión, los efectivos de la Marina detuvieron a varios sicarios, aseguraron armas y vehículos de los grupos criminales. Anteriormente, la noche del 2 de junio, pistoleros de Los Salazar arribaron al municipio de Caborca e incendiaron negocios, vehículos y atacaron a los hombres de Quintero.
Los Salazar
Dos muertes fue el saldo final de esa violenta noche pero la mañana del día siguiente fueron abandonados 12 cuerpos con el tiro de gracia sobre la carretera que enlaza a Caborca con Sonoyta. Cabe señalar que las denuncias de los campesinos del Ejido el Bajío refieren que durante los últimos meses grupos de hombres armados incursionaron en sus terrenos para “levantar”, golpear, amenazar y quemar sus vehículos.
Con información de infobae.com
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