La obra original de ‘Duna’ escrita por Frank Herbert en 1965 sirvió de inspiración para que el ingeniero civil y ambiental David Sedlak se involucrara en proyectos de innovación para luchar contra el deterioro ambiental.
El estreno de la nueva versión cinematográfica dirigida por Denis Villanueve acercó a varios medios a conversar con Sedlak, quien dijo haber quedado hipnotizado por la novela cuando la leyó en su adolescencia.
La historia de ‘Duna’ se centra en Arrakis, un planeta en ruinas con grandes tormentas de arena en el que la lucha por el agua y la destrucción de los ecosistemas son el principal problema. Herbert no eligió estos temas al azar, pues su obra es considerada uno de los primeros comentarios sobre los riesgos de descuidar el ambiente.
Uno de los aspectos que más llamó la atención a Sedlak de esta importante obra de la ciencia ficción “fue que los protagonistas usaban unos trajes especiales que capturaban la humedad y los desechos producidos por el cuerpo, como la orina y las heces, y los reciclaban para que su usuario pudiera hidratarse a través de un tubo conectado a su boca”, dijo el ingeniero a El Diario.
Duna inspira a un ambientalista
“Se me quedó grabada para siempre esa imagen, aunque no vivía en una zona desértica, crecí cerca del agua en Oyster Bay, Nueva York. Pasé mucho tiempo al aire libre alrededor de la bahía. Ya por entonces, se anunciaba que el agua algún día podría llegar a ser tan valiosa como el oro. "Duna" plantó una semilla en mí que, sin saberlo, fue creciendo con el tiempo”.
Sedlak ha desarrollado formas tecnológicas para suministrar agua abundante. También dirige un equipo dedicado a la innovación de los mecanismos encargados de degradar los desechos químicos en plantas de tratamiento de agua avanzadas, así como el avance en la desalinización del agua marina para su consumo humano.
Además de sus investigaciones, el ingeniero también busca estrategias para enfrentar el cambio climático, la lucha por los recursos hídricos y los efectos de la crisis civilizatoria en toda su ciudad.
Advierte que el uso de aguas residuales de plantas centralizadas es insuficiente para mover el líquido de las ciudades, debido a la energía que se requiere para mover el agua de un lado a otro.
Para Sedlak, las ciudades deberían empezar a adaptarse para afrontar los efectos del cambio climático y la lucha por el agua. Él propone construir plantas de reciclaje que distribuyan agua a una ciudad en particular, pues en algunos países “entre el 20 % al 40 % del agua se pierde antes de llegar a los hogares”.
El también escritor había olvidado ‘Duna’ y los stillsuits que reciclan el agua que desecha el cuerpo humano, hasta hace algunos años que retomó la lectura de un clásico de su infancia al lado de sus hijas.
Síguenos en Facebook y entérate de las noticias trend de la semana
No hay comentarios.:
Publicar un comentario