Un estudio reciente sugiere que el amoníaco que hay en las nubes de Venus podría ser apto para la vida en este planeta, pese a su temperatura abrasadora. Este estudio se llevó a cabo por un grupo de investigadores liderado por la astrofísica Sara Seager, profesora de ciencias planetarias del Instituto de Tecnología de Massachusetts (EE.UU.).
Es importante destacar que un año atrás esta misma científica trabajó en otros estudios que planteó por primera vez, la posibilidad de habitar algún día el planeta, luego que se detectara gas fosfina en su atmósfera, que en pequeñas cantidades se produce naturalmente como resultado de descomposición de materia orgánica.
Las temperaturas de Venus son de hasta 480 grados centígrados, y pese a que es el segundo planeta más cercano al sol, es el más caliente de nuestro sistema solar. En cuánto a tamaño, masa y densidad, se parece bastante a la Tierra.
La atmósfera de este abrasador planeta está formada principalmente por dióxido de carbono y atrapa el calor, así como ocurre en la Tierra con los gases de efecto invernadero.
Científicos creen que el planeta podría ser habitable
Pese a ello los científicos tienen puesta su esperanza en las nubes venusianas, pues sus temperaturas son más soportables y la habitabilidad del planeta puede originarse en las gotas de líquido de las que éstas se componen.
Mientras tanto el equipo de Seager creó su propio modelos químicos de la atmósfera venusiana dando por hecho que el planeta posee una forma de vida que genera el gas de amonio, producido naturalmente por la putrefacción de plantas y animales.
Aunque los investigadores desconocen con exactitud el origen del amoniaco venusiano, creen que este podría ser el resultado de procesos biológicos, lo que también explicaría la presencia de oxígeno en la atmósfera, según se revela el estudio.
Es un planeta de tipo rocoso y terrestre, llamado con frecuencia el planeta hermano de la Tierra, ya que ambos son similares en cuanto a tamaño, masa y composición, aunque son totalmente diferentes en cuestiones térmicas y atmosféricas, pues la temperatura media del planeta Venus es de 463,85 ºC. Aunque este no es el planeta más cercano al Sol, es el más caliente. Tiene una atmósfera densa, llena de dióxido de carbono, que provoca el efecto invernadero, y de nubes compuestas de ácido sulfúrico.
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