Los cazadores españoles están bajo fuego por supuestamente sacrificar casi 450 animales de caza cercados en lo que los ambientalistas han denominado una "orgía de sangre y muerte".
“Es un baño de sangre absoluto, una masacre en una escala totalmente sin sentido”, dijo Eduardo Goncalves, fundador de la Campaña para Prohibir la Caza de Trofeos, al independiente sobre la “estremecedora” masacre, ocurrida en un día en una finca privada en Villaviciosa de Córdoba en Andalucía.
Los deportistas participantes pagaron más de $1,000 para matar a tiros a 447 jabalíes y venados como parte de una cacería comercial . Como las bestias indefensas estaban cercadas por cercas, no tenían adónde ir cuando más de 70 cazadores abrieron fuego contra ellos como una galería de tiro.
Las imágenes macabras muestran los numerosos cadáveres de animales extendidos uno al lado del otro como víctimas de un crimen de guerra. Si bien este tipo de caza es legal según la ley española, los defensores de los derechos de los animales se opusieron al uso de vallas, que consideraron poco ético y antideportivo.
Buscan dar con los responsables
“La única defensa es escapar, y esto se ve absolutamente disminuido por una barrera de alambre”, lamentó Joaquín Reina, de Ecologistas en Acción, quien agregó que el pasatiempo bárbaro es terriblemente común en Andalucía y otras regiones plagadas de cercas.
Goncalves también condenó la actividad “totalmente cobarde”, furioso: “Las personas que hicieron esto se llaman cazadores deportivos. No había nada remotamente deportivo en esto”.
No obstante, muchos entusiastas de la caza no estuvieron de acuerdo con su evaluación. Manuel Gallardo, presidente de la Real Federación Española de Caza, argumentó que la caza es fundamental para “mantener el equilibrio” en un entorno plagado de “sobreabundancia de especies”.
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