Compartir la custodia de los hijos cuando ocurre un divorcio o separación es uno de los temas más importantes y difíciles de tomar para las ex parejas, pero en el caso de que se haya tratado de una relación tóxica, la dificultad incrementa. Cabe aclarar que si la ex pareja representa algún peligro para los menores (en caso de haber vivido violencia intrafamiliar), es mejor mantenerla lejos por las vías legales.
Si consideras que tu ex pareja es una persona narcisista que solamente podría tratar de afectarte cada que decida verte por los niños, debes aprender a establecer ciertos límites propios, para evitar cualquier conflicto. Aunque claro, este proceso no será nada fácil.
Como te hemos dicho en las noticias, durante la pandemia los conflictos familiares aumentaron de manera considerable, lo que incrementó los divorcios. Pero en la gran mayoría de los casos, es mejor que los niños tengan una relación con ambos padres biológicos.
Cuando una relación termina en malos términos, la ira y la aversión de una pareja no desaparecen automáticamente. Estos sentimientos pueden persistir por algún tiempo. Y si es así, cada encuentro podría terminar en una pelea a gritos, a veces frente a los niños.
La custodia de los hijos puede ser por una crianza paralela
La crianza paralela en situaciones hostiles minimiza la cantidad de interacción entre la ex pareja. Y con menos interacción, es menos probable que se pongan nerviosos y peleen en presencia de sus hijos. Este enfoque permite a los dos adultos separarse el uno del otro y luego elegir por sí mismos cómo criar cuando los niños están bajo su cuidado.
Este tipo de arreglo podría ser especialmente necesario cuando hay un historial de problemas (relación tóxica), en los que una relación cordial es imposible, ya sea porque uno o ambos padres se niegan a ser razonables o cooperativos.
La crianza paralela no es lo mismo que la crianza compartida. Con la paternidad compartida, tienes dos padres que son amigables entre sí, al menos en la superficie. Aunque su relación no funcionó, pueden unirse y criar a sus hijos en un ambiente saludable.
Mientras que en la paralela, todo está separado. Estos padres no asisten a actividades extracurriculares, citas médicas o reuniones escolares juntos. La comunicación se mantiene al mínimo y ocurre solo cuando es necesario. Puede parecer un poco “frío” cuando se habla de la custodia de los hijos, pero en ocasiones, es lo más conveniente tanto para los menores como para los padres.
Para evitar problemas, considera pasar por el tribunal de familia para que todos los arreglos sean oficiales. Y la crianza paralela consiste en:
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