El presidente Nayib Bukele ha advertido a los padres en El Salvador que mantengan a sus hijos alejados de las pandillas para evitar “la prisión o la muerte”, mientras el país toma medidas enérgicas contra la pertenencia a pandillas después de que decenas de personas murieran el fin de semana pasado en un aumento de la violencia.
Bukele publicó un video en Twitter el jueves que muestra las duras condiciones en las cárceles salvadoreñas, incluidos algunos reclusos durmiendo en el suelo en celdas abarrotadas y quejándose del racionamiento de alimentos y la falta de saneamiento.
“A los padres. Muéstrale a tus hijos adolescentes este video, explícales que unirse a una pandilla solo deja dos opciones: prisión o muerte”, escribió el mandatario.
Los comentarios de Bukele se producen después de que miembros de su partido de gobierno impulsaran aumentos sustanciales en las penas de prisión el miércoles en respuesta a los asesinatos de más de 80 personas durante el fin de semana.
Como informamos en las noticias, sesenta y dos personas fueron asesinadas solo el sábado, la cifra más alta en un solo día en décadas, en una oleada de violencia que el gobierno atribuyó a las pandillas.
Según las nuevas reglas, los capos de pandillas condenados ahora serán sentenciados a entre 40 y 45 años de prisión, en comparación con los seis a nueve años anteriores, mientras que otros pandilleros serán sentenciados a entre 20 y 30 años, en comparación con los tres a cinco años anteriores.
“Estas reformas pretenden imponer duras penas a estos terroristas que creen estar por encima de la autoridad y jugar con la vida de los salvadoreños”, dijo a periodistas el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro.
El parlamento del país también aprobó el domingo un “estado de excepción” tras los asesinatos, una medida que suspende ciertas libertades civiles, incluido el derecho de asociación y el derecho a la asistencia letrada.
En los últimos días, unos 2.500 presuntos pandilleros han sido capturados por la policía por posibles “actos de terrorismo”, y Bukele ha ordenado medidas más duras en las cárceles e inundado barrios con soldados y personal militar.
Hay más de 16.000 pandilleros en las cárceles de El Salvador, donde solo reciben dos comidas al día. Los dos principales grupos criminales, Mara Salvatrucha, más comúnmente conocida como MS-13, y Barrio 18, tienen un estimado de 70,000 miembros entre ellos.
Si bien el gobierno de Bukele ha promocionado las medidas recientes, los expertos han criticado la decisión de invocar el estado de emergencia y cuestionado el enfoque del estado sobre la violencia de las pandillas.
No está claro si las "tácticas que hemos tenido de forma cíclica desde la década de 1990, pero que cada vez son más draconianas, brutales y violentas" funcionarían, dijo Miguel Cruz, director de investigación de Kimberly Green Latin American de la Universidad Internacional de Florida. y Centro del Caribe y experto en pandillas de El Salvador.
“Lo que hacen es simplemente perpetuar el ciclo interminable de violencia y la inseguridad crónica”, dijo Cruz a Al Jazeera a principios de esta semana.
Amnistía Internacional dijo el miércoles que si bien reconoce la amenaza a la seguridad pública que generan los grupos criminales en El Salvador, el decreto de emergencia “suspende los derechos humanos que no pueden ser restringidos bajo ninguna circunstancia”.
“Estos incluyen el derecho de las personas detenidas a la defensa legal y el derecho a ser informados de los motivos de un arresto”, dijo el grupo en Twitter.
“Hacemos un llamado al presidente Nayib Bukele y al Estado de El Salvador a escuchar las inquietudes de la sociedad civil y garantizar que en el diseño e implementación de políticas de seguridad pública se respeten los derechos humanos”.
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