A medida que el asalto de Vldimir Putin a Ucrania se acerca a la marca de los dos meses a pesar de las innumerables acusaciones de crímenes de guerra, los civiles ucranianos deben tratar de recoger los pedazos rotos y tratar de salvar su país devastado por la guerra. Entre los más afectados por la violencia se encuentran los niños ucranianos, atrapados en el fuego cruzado del implacable ataque de Rusia contra su vecino.
A pesar de los crecientes llamados de la comunidad internacional para poner fin al derramamiento de sangre, Putin prometió el martes continuar con la invasión hasta que su país salga victorioso, una promesa que mantendrá a los niños inocentes cerca del frente de una zona de guerra brutal.
Según UNICEF, más del 64% de los niños de Ucrania se han visto obligados a abandonar sus hogares desde que comenzó la invasión hace casi siete semanas, un hito sombrío que probablemente tendrá consecuencias para las generaciones venideras.
Dentro de Ucrania, los niños, las familias y las comunidades siguen bajo ataque. Los atrapados en ciudades como Mariupol y Kherson, dijo Fontaine , han pasado semanas sin agua corriente ni servicios de saneamiento, un suministro regular de alimentos o atención médica.
No hay fin para conflicto europeo
Y más allá de las fronteras del país, las condiciones no son menos angustiosas cuando los niños ucranianos se ven obligados a lidiar con la realidad desconocida y desgarradora de tratar de escapar de una zona de guerra brutal.
A medida que la guerra continúa intensificándose, un número cada vez mayor de niños es testigo de cosas que ningún niño debería tener que ver, y el trauma resultante podría durar toda la vida.
Ya sea al otro lado de la frontera o dentro del país, esta guerra sigue siendo una pesadilla para los niños de Ucrania, y se está acabando el tiempo para salvarlos.
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