La naranja es la fruta por excelencia con vitamina C, pero lo que pocas veces vemos son todos los demás nutrientes que tiene dicho cítrico, beneficiando al organismo.
Ese beneficio dependerá, según especialistas, de la forma en la que comamos las naranjas: entera o en jugo. En este contexto, la Organización Mundial de la Salud realizó un estudio en donde afirma cuál es la mejor alternativa.
Hay que destacar que la naranja debe ser incorporada a la dieta sana en una ración similar a tres piezas, pero esa porción variará depende de cómo la consumimos.
Resulta que no tendremos los mismos nutrientes si nos comemos tres frutas o si nos bebemos el jugo de esas tres frutas. En consecuencia, para mejorar la función del sistema digestivo, controlar la presión alta y la glucemia y prevenir el envejecimiento prematuro, existe una forma recomendada de consumo.
¿Cómo es más sano consumir naranja?
Por otro lado, la naranja contiene nutrientes muy beneficiosos para el buen funcionamiento del cuerpo humano, entre ellos la fibra, que permite absorber poco a poco el azúcar y ayuda a que no se produzcan picos de insulina.
En cuanto a exprimir el jugo lo que se hace es adquirir el 100% del azúcar que contiene la fruta. Sin embargo, el organismo no lo puede absorber lentamente, y, en consecuencia, los niveles de insulina aumentan significativamente.
La fibra es la clave
Según diversos estudios, la fibra es clave para regular el tránsito intestinal y evitar enfermedades como el estreñimiento. Además, comiendo la fruta entera, la sensación de saciedad es mucho mayor porque ocupará más espacio en el estómago que si se toma una naranja en jugo.
Mientras que, por otro lado, la cantidad de calorías es exactamente la misma. Así mismo, las naranjas en trozo tienen componentes bioactivos muy beneficiosos como el betacaroteno, un nutriente que protege la piel de los radicales libres.
Cabe destacar que la fruta es más beneficiosa si se la consume entera en lugar de jugo. Aunque si prefieren beber un delicioso exprimido de naranja por la mañana, profesionales advierten que puede ser peligroso porque al beberlo junto con una rebanada de pan o cereales, la acidez propia de la naranja no permite hacer la digestión de forma adecuada, aumentando la acidosis.
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