Kim Jong Un ha arremetido contra sus propios funcionarios mientras el COVID-19 continúa arrasando Corea del Norte. La nación ermitaña reportó más de 232,000 casos nuevos y seis muertes mientras Omicron explota en la nación no vacunada.
Pyongyang se ha referido a la enfermedad como una "fiebre" y probablemente carece de las prueba para secuenciar las pruebas y confirmar que son causadas por el coronavirus.
El país cerrado ha admitido que ha sufrido 62 muertes y 1,7 millones de casos de COVID-19 desde finales de abril, de los cuales alrededor de 700.000 permanecen en cuarentena. Corea del Norte rechazó previamente las ofertas internacionales de ayuda para vacunas, pero los analistas consideran que su informe inusual de casos es similar a un pedido de ayuda.
Ahora, el dictador ha criticado directamente a sus autoridades sanitarias por el manejo del brote inicial. Según los informes, dijo en una reunión de altos funcionarios que la "inmadurez en la capacidad estatal para hacer frente a la crisis" es la culpable, acusándolos de una "actitud no positiva, flojedad e inactividad".
Los expertos internacionales en salud temen que el COVID-19 pueda afectar duramente a Corea del Norte, especialmente a la luz de su parálisis económica.Las sanciones lideradas por Estados Unidos por su programa de armas nucleares y la mala gestión económica han provocado el colapso de la infraestructura de salud del país.
La desnutrición es generalizada y el espacio reducido en el que vive la gente, especialmente en la ciudad capital, hace que Corea del Norte sea susceptible a un brote grave. Es probable que las cifras no se reporten para proteger la reputación de Kim durante lo que ya es un momento peligroso en su liderazgo.
Apostó su reputación en las negociaciones con EE. UU. sobre la reducción de las ambiciones nucleares a cambio de un alivio económico, pero están congeladas en el limbo. En respuesta, ordenó una serie de pruebas de armas, aparentemente una preparación para la prueba de explosión atómica completa, a pesar del colapso económico en curso del país.
Instó a los funcionarios a fortalecer los controles de virus en los lugares de trabajo y hacer "esfuerzos redoblados" para mejorar el suministro de las necesidades diarias y estabilizar las condiciones de vida, dijo la televisión estatal.
Por si fuera poco el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, criticó a sus funcionarios por las reservas de medicamentos del estado y anunció que el ejército se había movilizado para transportar suministros, además de ordenar que las farmacias de la capital permanecieran abiertas las 24 horas.
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