Gracias a documentos y fuentes oficiales, se logró reconstruir toda la serie de problemas que presentó el avión retenido en Argentina, que pertenece a la firma Empresa de Transporte Del Sur SA (Emtrasur), pues se menciona la falta de papeleo, retrasos y problemas con la carga; todo esto comenzó a levantar sospechas.
Según se indicó, todo inició el primero de junio cuando en México se recibió la solicitud de Emtrasur en la que se pedía autorización para que su Boeing 747 Dreamliner, aterrizara en Aeropuerto Internacional de Querétaro, que sería el 3 de junio.
Todas las especulaciones incrementaron cuando se dijo que el piloto del avión era parte de una organización terrorista, pues es originario de Irán y tuvieron que retener el pasaporte hasta que la situación se aclarara.
Según indicó La Nación, la aeronave venía de Caracas, Venezuela y debía aterrizar con tripulantes, pero sin tener carga ya que en suelo mexicano, recibiría las autopartes adquiridas por ASA Automotriz SA, las cuales debía llevar a Argentina. También iba a recargar combustible pero todo se complicó.
Avión retenido en Argentina no tenía documentación completa
Uno de los papeles que hacía falta era “el certificado de aeronavegabilidad del avión, certificado de registro, seguros tanto locales como el internacional y el certificado de aeronavegabilidad del país de origen, además la documentación de la tripulación”.
En dicho aeropuerto no se hizo ninguna modificación ni procedimiento con los documentos, pues las autoridades mexicanas señalaron que no se cuenta con las facultades para modificar, revocar o autorizar nada, pues “solo fungimos como aeródromo civil”.
Es la agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) y los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano los que se encargan de esa información correspondiente, información que proporcionó la persona responsable del área de Transparencia del Aeropuerto Internacional de Querétaro.
Exigen aclarar caso de retención del avión
La firma Aerocharter México apoyó a la tripulación iraní y venezolana del avión que tenía matrícula YV3531, la cual fue contratada por Fracht Group.
Los problemas no pararon ahí pues en el proceso de carga hubo contratiempos que afectaron el despegue, pues la aeronave sólo presentó toda la documentación necesaria y válida cuando despegó.
Pese a los problemas, las autoridades aeroportuarias mexicanas indicaron que fue “un vuelo más”, pues no había alerta sobre la carga, o sus tripulantes iraníes o venezolanos.
Posteriormente el lunes 6 de junio, llegó al Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, en Maiquetía, en Caracas, en donde continuó con normalidad hacia Córdoba y finalmente a Ezeiza, con un total de 14 venezolanos y 5 iraníes a bordo.
Finalmente se reveló que la aerolínea filial de Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), no tenía la autorización de la SITC para ofrecer los servicios de carga desde ningún aeropuerto de la República Méxicana.
El mismo medio reveló que Emtrasur tampoco tenía los permisos necesarios de la AFAC para aterrizar en el territorio mexicano, así como la SE tampoco tiene permiso para operar como empresa extranjera.
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Tras todo esto, el gobierno argentino indicó que la justicia tendrá que aclarar el caso de la aeronave, además indicó que ninguno de los tripulantes presentaba alerta internacional en su contra.
Las investigaciones ya empezaron y se espera que no haya conflictos con los gobiernos de los países a los que pertenecen los pasajeros sospechosos en el avión retenido en Argentina.
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