Si Argentina es un país apasionado por el fútbol, hay dos clubes que reúnen la mayor efervescencia.
La rivalidad Boca vs River Plate es conocida a nivel mundial y tiene una gran historia detrás.
Es el duelo que nadie quiere perderse, el que atrapa en las apuestas deportivas y a los aficionados.
Es la mayor rivalidad de América.
Tanto Boca como River surgieron en el barrio de La Boca, una zona popular del sur de la Capital Federal, en Buenos Aires.
River fue fundado primero, el 25 de mayo de 1901 mientras que Boca se creó cuatro años más tarde el 3 de abril de 1905.
Según los datos históricos y, aunque hay muchos debates en torno a este tema, el primer partido entre ambos habría sido recién en 1908, con triunfo 2-1 para Boca.
Por ese entonces nadie imaginaba que se gestaba la histórica rivalidad Boca vs River Plate.
Las estadísticas le dan una buena revancha a River ya que se quedó con el primer clásico oficial de la historia.
Fue en 1913 y se impuso por 2-1.
En 1923, River abandonó la zona portuaria y se mudó hacia el norte de la ciudad, primero a Palermo, y luego a Núñez, donde se asentó desde 1938.
La rivalidad con Boca, su viejo vecino, ya estaba establecida, y se fue potenciando con el correr de los años.
Para tomar dimensión de lo que significa la rivalidad Boca vs River Plate es bueno considerar un dato que llega desde Europa.
Para celebrar su 50° aniversario, el semanario inglés The Observer publicó los 50 eventos deportivos que un fanático debería presenciar antes de morir.
El primero en esa lista fue el partido entre Boca y River.
“Es una combinación de color, ruido y energía”, señala el informe.
Y allí se esconde gran parte de la magia de esta rivalidad: la pasión de los hinchas argentinos.
Tanto en el estadio Monumental de Núñez como en la Bombonera de La Boca el clima que se vive el día de un clásico es imposible de transmitir en palabras: debe vivirse.
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Los hinchas hacen su propia bandera y tienen recuerdos inolvidables para gozar ante su clásico rival.
Por un lado, Boca está arriba en el historial de enfrentamientos.
Jugaron 212 veces (sumando el amateurismo y el profesionalismo) con 77 triunfos del azul y oro, 70 de los de rojo y blanco y 65 empates.
Entre los clásicos inolvidables para los hinchas de Boca, hay uno emblemático.
Fue el 22 de diciembre de 1976, en lo que sería la primera final entre ambos de un torneo.
Ganó Boca 1-0, con un gol de Rubén Suñé, de tiro libre, y salió campeón del Torneo Nacional.
Muchos años después, River tuvo una revancha impensada.
Y es el último gran partido que marcó la historia del clásico.
Fue la final de la Copa Libertadores de 2018.
El evento en sí ya elevaba la vara como nunca.
Y, por si fuera poco, debido a hechos de violencia en la previa de la revancha, la definición se jugó en Madrid.
Aquella final se vivió con un dramatismo inédito en los hinchas.
Se multiplicó la euforia en la previa, explotaron los pronósticos y los bonos de apuestas.
Fue el triunfo más grande de River en un clásico.
Ese 3-1 ahora se celebra en canciones, banderas, tatuajes.
Y es una marca indeleble en la rivalidad Boca vs River Plate.
El jugador que más Superclásicos jugó en toda la historia es Reinaldo Merlo.
El histórico mediocampista de River disputó 42 partidos ante Boca.
Si de números valiosos se trata, River también tiene al máximo goleador en los clásicos.
Es Angel Labruna, un ídolo de la institución de Núñez, que marcó 16 tantos ante Boca.
Otro recuerdo para destacar en los choques Boca-River se dio el 25 de octubre de 1997.
En el Monumental, Boca ganó 2-1, pero el resultado quedó opacado por una noticia: fue el último partido de Diego Maradona, que con 36 años se retiró del fútbol.
La historia se sigue escribiendo, claro.
Cada vez que un clásico se aproxima la euforia crece, el país se detiene.
La rivalidad Boca vs River es la más grande de América y, sin dudas, puede competir de igual a igual con cualquiera en todo el mundo.
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