Los protocolos tras la muerte de la reina Isabel II continúan en proceso para darle una honorable y emotiva despedida por la familia real y ciudadanos del Reino Unido.
Parte de los estatutos reales marcan la tradicional “Vigilia de los Príncipes”, una conmovedora tradición en donde sus hijos custodian su féretro como muestra de honor y agradecimiento; y en este año se vio un hecho histórico.
las noticias te compartimos en qué consiste esta costumbre real con la que le dieron el último adiós a la monarca británica, la reina Isabel II.
Este 8 de septiembre, la muerte de la reina Isabel II sorprendió al mundo entero; desde ese momento comenzaron los protocolos reales para darle el último adiós como se merece la soberana más longeva de la historia.
Como parte de los estatutos que marca la realeza, se realizarán varios actos solemnes y eventos en torno a la despedida de la monarca hasta la sepultura del cuerpo que se dará este próximo 19 de septiembre.
Una de los momentos más conmovedores fue la tradicional Vigilia de los Príncipes, en la cual se vivió un hecho histórico durante el funeral de la reina Isabel: la presencia de la princesa Ana.
Como lo marca esta tradición, los príncipes (hijos de la persona fallecida) deben velar y acompañar el cuerpo en todo momento permaneciendo de pie y a lado del féretro como custodiando y en honor a su madre.
Este evento se realiza en la Catedral de Saint Giles, en Edimburgo, y es considerado como la tradición más significativa de la Familia Real británica, aunque no de las más antiguas porque apenas se comenzó a implementar desde tras el fallecimiento del rey Jorge V.
En ese momento, sus hijos Eduardo VIII, Albert, Henry y George realizaron una guardia por unos 15 minutos ante el féretro de su difunto padre, es decir sólo los descendientes varones del monarca fallecido podían realizar esta tradición.
Tras la muerte de la reina Madre, Isabel Bowes-Lyon, el 8 de abril de 2002 fueron sus nietos quienes tuvieron el honor de montar guardia por 20 minutos ante su féretro: el ahora rey Carlos III, el príncipe Andrés, el príncipe Eduardo y David Armstrong-Jones; otro punto a considerar es que esta tradición se llevaba a cabo en total privacidad.
Como la monarca británica lo hubiera querido, para este momento se incorporó su hija, la princesa Ana a esta vigilia; junto a sus hijos varones: el rey Carlos II, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo, además de los arqueros de la Compañía Real.
Marcando un hecho histórico, esta es la primera vez que una mujer forma parte de la Vigilia de los Príncipes, ya que anteriormente sólo se le permitía a los hombres tener el honor de acompañar a su madre durante este emotivo momento.
Después del servicio religioso, los descendientes de la reina Isabel II se presentaron en la catedral tras el servicio religioso; la guardia se extendió por unos 15 minutos y finalizó cuando uno de los cuatro efectuó un segundo de los tres golpes de pie establecidos.
Como marca la tradición, los miembros de la Familia Real acudieron vestidos con uniformes militares; mientras que el rey Carlos III usó un traje típico de Gales.
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En las 4 esquinas del lugar, se encontraban los miembros de la Compañía Real de Arqueros; los cuales tienen la responsabilidad de velar por la seguridad del soberano mientras se encuentre en Escocia.
Ellos estaban vestidos con su uniforme compuesto por una chaqueta verde oscuro, con detalles en negros, pantalones verde oscuro con rayas negras y rojas; coronando su vestuario ceremonial con un gorro Balmoral con la insignia de la Royal Company y una pluma de águila.
Los homenajes a la reina Isabel II continuarán hasta el próximo 19 de septiembre cuando se realice la sepultura del cuerpo en la capilla establecida.
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