En febrero de 2019 el director de la Policía Investigadora de la Fiscalía General del Estado de Jalisco, Felipe de Jesús Rubio Cárdenas, estuvo cerca de ser ejecutado por sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), momento en que los documentos filtrados por el colectivo Guacamaya hablaron de “La Gallina” del CJNGEste ataque se realizaría en represalia por una refriega entre miembros de la organización delictiva y agentes de la fiscalía estatal el 8 de febrero de ese año, en Tlajomulco de Zúñiga, donde cinco delincuentes fueron abatidos y tres más resultaron heridos.
Pero una alerta del ejército lo salvó.
Antonio Peña, identificado por inteligencia castrense como un líder del CJNG en la Zona Metropolitana de Guadalajara, sabía a quienes llamar.
A Francisco Javier Gudiño Haro, La Gallina, operador del cártel en Puerto Vallarta, y a César Iván Briseño Aguirre, un agente de la Fuerza Única de Reacción Inmediata Mixta de la fiscalía estatal.
El mensaje interceptado decía: “Hay que sacar el domicilio de Felipe Rubio, el director de Inteligencia .
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manda a decir allá, pluma blanca (en referencia a Gudiño Haro)”.
De acuerdo a los documentos filtrados por Guacamaya, las noticias supo que esa no sería la primera vez que se vincularía a La Gallina con amenazas o atentados contra funcionarios ya que el 6 de abril de 2021 Gudiño Haro fue designado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos bajo la Ley contra Capos de la Droga (Kingpin Act).
Las autoridades estadounidenses, lo señalaron junto a Carlos Andrés Rivera Varela, de orquestar asesinatos de rivales y de políticos con el uso de armas de alto poder.
Mientras que en México, el ejército lo identifica como una de las tres personas más cercanas a Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, líder indiscutible del CJNG.
Además está dentro de la lista de las cuatro personas a “neutralizar” como parte de la estrategia de reducción de violencia en la Zona Metropolitana de Guadalajara.
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Las autoridades, según los documentos filtrados, es necesario detener a César Iván Briseño Aguirre, el ex agente de la fiscalía que es identificado como el vínculo principal entre el CJNG y autoridades municipales, estatales y federales.
La Inteligencia mexicana y estadounidense establece que “El Mencho”, “La Gallina” del CJNG y al menos otros seis altos mandos del cártel tienen su base de operaciones en la ciudad turística de Puerto Vallarta, en medio de una región completamente dominada por esta organización criminal.
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