La falta de confianza tiene un impacto negativo en tu vida.
Te paraliza e impide que luches por aquello que tanto deseas aunque seas capaz de lograrlo.
Hoy en las noticias te decimos cómo tener más confianza en ti misma.
Confiar en ti misma refuerza tu autoestima.
La autoconfianza se puede definir como la visión general que tienes de cuán probable es que cumplas lo que te propones en base a tus experiencias pasadas.
La confianza en ti misma es la convicción de cuán buena eres para algo, pero no es una medición de tu verdadera habilidad.
Entonces, ¿Por qué es tan importante?, porque te ayuda a tomar riesgos para hacer mejoras tangibles en tu vida.
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“La autoconfianza producirá mayor positividad, felicidad y resiliencia.
Te hará tomar mayores riesgos, lo cual se relaciona directamente con obtener más recompensas”, recalca el influencer estadounidense Charlie Houpert.
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Aida Baida Gil, autora del libro ‘Cómo superar el síndrome del impostor’ sostiene que quienes sufren de esto tienen la sensación de nunca estar a la altura”, sienten que no son lo suficientemente buenos, competentes o capaces.
El síndrome del impostor te convence de que eres un fraude y no mereces éxito.
Esta duda se arraiga porque es más fácil recordar los errores que los logros.
Acostúmbrate a reconocer y elogiar tus habilidades y talentos, esto te ayudará a tener más confianza en ti y a alcanzar madurez emocional.
Es incómodo, lo sabemos, pero ese es justo el punto.
Si a diario expandes poco a poco los límites de tu zona de confort, con el paso del tiempo se expandirá cada vez más y estarás cómoda, incluso, fuera de ella.
Solo tú te puedes limitar.
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Hacer ejercicio también puede ayudarte a mejorar tu autoconfianza porque hacerlo de manera constante requiere compromiso y mantenerlo es un logro.
No desistir de un hábito bueno y saludable te permitirá adquirir mayor confianza en ti misma y además, es beneficioso para tu salud.
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Tu manera de vestir es una manera de comunicación no verbal.
Esto afecta cómo te perciben los demás, pero también influye en la manera cómo te ves a ti misma.
Los atuendos pueden reflejar tu propia autoestima.
Vístete como lo haría tu yo más segura de sí misma.
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No puedes evitar que tu cerebro cree historias, pero puedes centrar tu atención en los hechos.
La próxima vez que te encuentres en una situación que te haga sentir como una impostora, examina los hechos y separarlos de las historias de la situación.
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El hecho de que tus interpretaciones sobre una situación sean historias (en lugar de hechos) no invalida tus sentimientos.
La mejor manera de combatir esta sensación es reconocer que te sientes mal, validar tus sentimientos y luego olvidarlos si no están basados en la realidad.
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El síndrome del impostor suele aislar a quien lo padece, pero estos sentimientos son muy comunes.
La próxima vez que te sientas así, intenta compartir tus sentimientos con otra persona.
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Si reconocer o compartir tus sentimientos no te resulta útil, intenta combatir tus sentimientos con evidencia.
A menudo el síndrome del impostor no se basa en hechos, así que concéntrate en los hechos reales para combatir estos sentimientos.
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Los pensamientos son muy poderosos.
La actitud con la que nos enfrentamos al mundo tiene el poder de moldear nuestra realidad, tanto de manera positiva como negativa.
Si a menudo tu voz interior es negativa, comienza a observar y modificarla en medida de lo posible.
Esta técnica con el tiempo te ayudará a abordar situaciones de forma más positiva.
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