Las fuerzas israelíes mataron a al menos nueve palestinos el jueves, incluyendo una mujer de 61 años, y dejaron varios heridos más durante una redada en una zona conflictiva de la Cisjordania ocupada, dijeron funcionarios palestinos de salud, en una de las jornadas más letales de los últimos años en el territorio.
Las dos partes mantienen tales vínculos ante el deseo mutuo de contener a los extremistas islámicos, y la interrupción de dichos lazos suscita temores de que no serán evitados ataques por parte de los radicales.
La Autoridad Palestina en el pasado ha dicho lo mismo como forma de protesta, pero con escaso éxito, en parte porque se beneficia de dicha cooperación y en parte porque Estados Unidos e Israel la presionan para que la mantenga.
El incidente ocurrió en lo que los funcionarios palestinos describieron como una feroz operación en pleno día en el campo de refugiados de Yenín, un bastión insurgente de Cisjordania que, desde hace casi un año, es el escenario de redadas de detención casi diarias por parte de las fuerzas israelíes.
Luego en un incidente separado, las fuerzas israelíes mataron a un palestino de 22 años en medio de protestas al norte de Jerusalén, informó el Ministerio de Salud palestino.
Hamas, el grupo islamista radical que controla la Franja de Gaza, juró venganza por el allanamiento israelí.
En el pasado, hechos de violencia en Cisjordania han provocado lanzamientos de cohetes como represalia desde Gaza.
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