Aunque el Gobierno federal destacó que durante el operativo del jueves en Culiacán, Sinaloa, en el que se recapturó a Ovidio Guzmán López, líder de una célula del Cártel de Sinaloa, las Fuerzas Armadas actuaron de manera responsable, lo cierto es que en el “recuento de los daños” los números en cuanto a heridos y muertos contrastan con los que se dieron el “jueves negro” de 2019, cuando fue detenido por primera vez e inmediatamente liberado.
En el “Culiacanazo”, como también se denominó a la aprehensión y posterior liberación del hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, también se presentaron una serie de bloqueos en calles y avenidas principales de Culiacán, pero la numeralia es totalmente diferente.
El saldo del primer Culiacanazo fue de ocho muertos (un civil, entre ellos), 16 heridos, 19 bloqueos de calles, 14 enfrentamientos, ocho soldados capturados y liberados y 68 vehículos militares con impactos de bala.
También diversas agresiones contra el Cuartel Militar en Culiacán y la sede del C4 del estado.
El operativo provocó la fuga de 51 reos del penal de Aguaruto,de los cuales solo 2 fueron reaprehendidos.
En esa ocasión, el secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval González, reconoció la mala organización del operativo al darse de manera precipitada, aunque desestimó la capacidad de respuesta del Cártel de Sinaloa.
La liberación de Ovidio Guzmán ocasionó múltiples críticas contra el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, a las que contestó que esa decisión la tomó para evitar víctimas mortales.
El saldo del Segundo Culiacanazo fue de 18 bloqueos que fueron perdieron fuerza conforme fueron pasando las horas, un connato de fuga del penal de Culiacán, 29 fallecidos (19 presuntos delincuentes y 10 militares), 35 elementos heridos y 21 personas detenidas.
También el aseguramiento de armamento como ametralladoras, armas largas, cargadores, cartuchos equipo táctico y 16 vehículos, entre ellos algunos blindados.
A diferencia del primer Culiacanazo, en la recaptura de este 5 de enero, se implementó un operativo basado en la estrategia e inteligencia militar en la que hubo coordinación de los tres órdenes de gobierno, lo que permitió que “las cosas no fuesen más difíciles, dramáticas”.
Sin embargo, destaca que en este último evento hombres armados tomaron el aeropuerto de Culiacán e incluso dispararon contra un avión comercial con pasajeros a bordo.
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