La agencia espacial de Estados Unidos, mejor conocida como , registró esta semana que la atmósfera solar presentó un enorme vórtice sobre la superficie de su polo norte.
Este suceso provocó que el planeta recibiera ‘latigazos’ de energía cada cierto tiempo.
De hecho, de no ser por el campo magnético terrestre, la vida como la conocemos en la sería imposible al momento de redactar esta nota.
El hecho que quedó registrado por la ocurrió en la segunda semana de febrero y de acuerdo con la agencia, la cantidad de energía fue de tal magnitud que la electricidad se interrumpió momentáneamente en varios países del continente americano.
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El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA es el encargado de monitorear a nuestra estrella y fue una de sus astrónomas Tamitha Skov, quién se volvió viral luego de compartir en su red social un tuit de las imágenes tomadas por la NASA.
Desde el polo norte del Sol, un vórtice masivo se formó, emitiendo filamentos de energía poderosos hacia afuera.
Todos ellos son propensos a convertirse en tormentas geomagnéticas, que impactan a los planetas del Sistema Solar.
Skov explicó que el espectáculo duró 8 horas, “¡vaya vórtice polar!”, se lee en su tuit.
“El material de una prominencia del norte acaba de desprenderse del filamento principal y ahora circula en un vórtice polar masivo alrededor del polo norte de nuestra estrella”, agregó.
En la animación que difundió la física se observa claramente como un hilo de plasma (el material del que están hechas las estrellas) emerge del polo norte del Sol.
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También Ninguna forma de vida que se conozca podría sobrevivir a un roce de este tipo de energía.
Sin embargo, nuestro planeta está protegido por su campo magnético,como te lo mencionamos previamente, lo que básicamente se convierte en una coraza natural que desvía estas partículas de energía solar.
De acuerdo con el medios especializado “Space”, en esta ocasión se clasificó al desprendimiento solar como categoría X-1.
Sin embargo, las consecuencias sí se aprecian en los satélites y otras tecnologías artificiales que los seres humanos mandamos al espacio: ante una tormenta geomagnética, quedan completamente calcinadas e inservibles.
Independientemente de las pérdidas millonarias de algunas empresas por sus satélites perdidos , la humanidad puede descansar.
Aunque el Sol siga generando vórtices en sus polos, desprendimientos solares y tormentas geomagnéticas, no existe evidencia de que estos eventos sean nocivos para la salud.
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