En días pasados se cumplieron 13 años de uno de los mayores desastres naturales que se haya registrado en las aguas del Golfo de México causado por la empresa: British PetroleumEl 20 de abril de 2010, la plataforma Deepwater Horizon, rentada a British Petroleum (BP), por errores operativos una fuga de gas provocó un, en el que perdieron la vida a 11 personas.
Además, se derramaron más de 5 millones de barriles de petróleo, dañando gravemente fauna y flora del Golfo de México, cuyos impactos alteraron la vida económica de más de 100 mil pescadores mexicanos y sus familias de Veracruz, Tamaulipas, Tabasco, Yucatán, Campeche y Quintana Roo.
Durante 10 años los gobiernos fueron indiferentes ante la exigencia de los pescadores de ser indemnizados, pese a que el gobierno de Estados Unidos otorgó por este concepto al gobierno de Enrique Peña Nieto 25 millones de dólares.
En los últimos dos años, ante el planteamiento de su problemática en La Mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador instruyó a la secretaria de Medio Ambiente (Semarnat), María Luisa Albores, encabezar mesas de diálogo para buscar una solución.
El esfuerzo de su abogado Horacio Polanco y la persistencia de los pescadores y sus familias, está por rendir sus primeros frutos, así lo han declarado los principales líderes de pescadores de los estados costeros del Golfo de México, como Pablo Ernesto Zamora Sánchez, Juan Aguilar Sosa, Artemio Aran Blanco y Nelly Díaz Ortega.
Este año, a diferencia de los otros, los pescadores confían en que comenzarán a recibir un programa de apoyo compensatorio por parte del Gobierno Federal actual para comenzar a cubrir sus necesidades básicas, y además un programa de Capacitación Pesquera Sustentable y Protección Ambiental costero desde Tamaulipas hasta la península de Yucatán.
El abogado defensor de los trabajadores del mar, Horacio Polanco Carrillo, recuerda en exclusiva para las noticias que el derrame de 779 mil toneladas de petróleo crudo vertido al mar, dañó ecosistemas pesqueros y turísticos de los estados costeros del Golfo de México, situándolo como un accidente catastrófico sin precedentes.
“Desde el momento que tuve conocimiento de ese accidente me preocupé y me ocupé en ayudar a las comunidades pesqueras, pues a todos los que conocemos de ecosistemas, sabemos la alta conectividad que tienen las masas de agua que circulan de manera ininterrumpida de norte a sur y de sur a norte, y sabíamos las repercusiones que tendrían los principales stocks pesqueros del Golfo de México precisamente están frente a las costas de Luisiana el delta del Mississippi por decirlo de una manera y luego las costas de Texas, en donde es la base de la reproducción de especies pesqueras comerciales compartidas entre los pescadores de México y Estados Unidos”, explicó.
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El maestro en Derecho Ambiental señaló que durante años esta catástrofe ambiental, que no solo afectó a los pescadores, a las aguas nacionales, sino a todos los mexicanos, pues el mar al estar contaminado no puede haber pesca y muchas otras actividades, siempre fue minimizado.
“Lamentablemente eso fue así desde un principio, no sé si fue por mala fe, por ignorancia o por dolo que subestimaron el impacto, los daños, pero los pescadores son sabios y conocedores del comportamiento de las especies marinas, y su preocupación siempre fue real, ya que visualizaban la alta posibilidad de sufrir perjuicios macro económicos derivados de este accidente petrolero”.
Confiesa que era un enorme reto demostrar que los daños al medio ambiente por este derrame trastocaban la supervivencia no solo de especies y fauna marinas, sino la propia subsistencia de miles de pescadores y quienes dependían de ellos.
“Un gran líder de pescadores don Juan Aguilar Sosa y sus más cercanos colaboradores y amigos que aún permanecen en pie de lucha, como lo es Artemio Aarón Blanco, Pablo Ernesto Zamora Sánchez, Miguel Saleta Reyes, Eloy Franco, Joel Franco Cruz y muchos otros fueron los motores de la demanda civil en contra de BP, en Nueva Orleans; nos pudieron defenderlos, porque estaban convencidos de que este evento iba a tener graves consecuencias para ellos y sus familias y para el país y no podían quedarse con los brazos cruzados”.
El veracruzano da cuenta de la lista interminable de viajes que tuvo que hacer al extranjero para tocar las puertas de las Cortes de Justicia estadounidenses y hacer que se le diera la justa dimensión al caso de los pescadores, sobre todo, para buscar a toda costa una indemnización “Desde el primer momento los pescadores mexicanos y sus casos fueron discriminados, por lo que no hubo otra opción se presentar demandas civiles y ahí comenzó el gran debate donde lamentablemente cuando se construyó un acuerdo general para pagar compensaciones económicas a los pescadores afectados”.
Polanco Carrillo señala que Barack Obama obligó a British Petroleum indemnizar a sus pescadores, pues los vecinos también fueron afectados, logrando en lo individual la suma de entre 10 y 30 mil dólares por cada familia de pescadores y una indemnización de 18 mil 700 millones de dólares pagaderos a 18 años para el gobierno de Estados Unidos.
Mientras que tierra azteca, la secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), en ese entonces bajo la batuta de Luis Videgaray Caso, por medio del entonces embajador de México en Estados Unidos, Gerónimo Gutiérrez Fernández, y el abogado general de BP en Estados Unidos, William Noble, suscribieron un acuerdo para recibir 25 millones de dólares como indemnización a los pescadores, la cual nunca llegó a su bolsillo.
“Al momento de que la Secretaría de Relaciones Exteriores sabía que miles de mexicanos habían presentado demandas en el mismo expediente donde misteriosamente se desistieron a cambio de 25 millones de dólares y fracción lo cual resulta absurdo, porque se traicionó el principio más elemental de justicia: el que obliga a un gobierno a velar por el interés de sus ciudadanos, y así fue, los traicionaron“.
Luego de miles de audiencias, expedientes, copias de documentos, reuniones con líderes pesqueros, con hombres de ciencia, cafés a medio terminar y noches de insomnio, confía en que pronto la Fiscalía General de la República (FGR) les reconozca su carácter de víctimas a sus clientes, que a lo largo de estos años se han convertido en grandes amigos.
“Espero un arreglo justo adecuado y razonable para ellos, como el que se les dio a los pescadores norteamericanos de manera oportuna.
Un acuerdo que propicié, que nosotros como sus abogados y los de la petrolera inglesa, se le ponga fin a la controversia con los pescadores mexicanos”.
Covid-19 puso en jacque a todo el mundo en México – literal – pero para algunos pescadores afectados por el derrame petrolero de 2010, significó quitarles el último destello de justicia y, desafortunadamente, la vida misma.
Decenas de líderes de este movimiento pesquero fallecieron, por cosas tan simples: como no contar con los recursos para comprar paracetamol y enfrentar de esa forma el virus y, claro, fueron más vulnerables dada su mala alimentación durante años, “pues la pesca ni para vivir dabav.
Otros han fallecido de dolor, en soledad, ya que muchos trabajadores del mar que vivían en estados del sureste mexicano migraron a Estados Unidos, dejando a sus familias.
“Hay un número importante de veracruzanos, tabasqueños y campechanos que fueron a conseguir el pan a otro país y ya no regresaron”, apunta el abogado.
La indiferencia de los gobiernos para hacer justicia y otorgar lo que les correspondía también orilló a que los hijos de estos pescadores abandonaran sus estudios, condenándolos a tener pocas oportunidades de desarrollo.
Polanco Carillo concluye que hoy por hoy existen mecanismos alternativos de solución de controversias que la Fiscalía General de la República debe tomar en cuenta “y hacer suyo este problema como lo es su deber y los directivos de BP quitarse un cargo de conciencia ético profesional, pero sobre todo personal”.
Los pescadores durante 12 años llevaron a cabo manifestaciones en los seis estados afectados - ya mencionados -, portando cartulinas, gritando consignas; este año su forma de seguir exigiendo justicia fue limpiando las costas, las playas y sembrando mangle.
Además de que, con recursos propios, cortaron el listón de un Centro de Aprendizaje Pesquero, en el que a partir de este 20 de abril ofrecerán pláticas sobre concientización ambiental, pesca sustentable y sobre el impacto del cambio climático.
“De ese modo es como hoy los pescadores y sus familias y sus abogados conmemoramos el treceavo aniversario del peor accidente petrolero catastrófico de la historia del Golfo de México.
Ojalá no se repitan, ojalá los gobiernos municipales y estatales, desde Tamaulipas hasta Quintana Roo, se pongan la camiseta y comprendan la gravedad lo delicado y lo importante de esta lucha que no es solo del pescadores, sino de todos los mexicanos, y en este caso en especifico haya una oleada de justicia”, afirmó Horacio Polanco.
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