Alegría, agradecimiento y memoria fueron los ambientes que predominaron en la Casona de Xicoténcatl, antigua sede del Senado de la República, donde la escritora, periodista y activista franco-mexicana, Elena Poniatowska fue distinguida con la Medalla de Honor Belisario Domínguez 2022Con 93 años de lucidez y una vida llena de historias, Poniatowska confesó que no esperaba este reconocimiento, “pero los premios son una puerta que se abre de forma repentina” comentó.
“El Senado de la República me concede la enorme distinción entregada también a quienes tanto he admirado”, atajó.
La autora de La Noche de Tlatelolco hizo un vasto recorrido por la historia política y cultural de México; recordó los sismos de 1957 “cuando el Ángel voló” y de .
Destacó sucesos como la matanza de Tlatelolco y aseguró que “todavía soy de las que levanta la cabeza cada vez que un helicóptero sobrevuela un caserío porque en 1968 la aparición de uno sobre la plaza de las Tres Culturas, desató la balacera”.
Elena también rememoró las luchas ferrocarrileras con Demetrio Vallejo, el viacrucis de Rosario Ibarra Piedra en la búsqueda de su hijo, la defensa de Toledo en Juchitán ante los McDonald’s; entre muchos otros sucesos, .
La también periodista detalló que durante su carrera como comunicadora pudo entrevistar a personajes como Alfonso Reyes, Diego Rivera, Octavio Paz, Alfonso Caso, María Félix, Dolores del Río, Rafael Guillen Vicente (subcomandante Marcos); empero sostuvo que las entrevistas que hizo al interior del Palacio Negro de Lecumberri, le sirvieron como una escuela de vida.
Poniatowska dio cuenta de la trayectoria de más personalidades con quien convivió como Rosario Castellanos, Miguel León Portilla, Carlos Fuentes, Demetrio Vallero, José Revueltas, así como de su amigo Carlos Monsiváis; quienes la acompañan “y son una guía en el camino.
Elena narró sus afinidades periodísticas, artísticas y sobre todo literarias a lado de José Clemente Orozco, Ramón López Velarde, Juan Rulfo, Francisco Toledo, Jaime Sabines, Carlos Monsiváis y José Emilio Pacheco.
Asimismo reconoció sus influencias de Juana Inés de Asbaje, los hermanos Flores Magón, los zapatistas y villistas.
A su discurso se sumaron gran cantidad de nombres entre políticos, activistas, escritores, periodistas, fotógrafos y artistas.
“Imposible no recordar el privilegio de haberlos visto y escuchado”.
Después de tantas palabras acumuladas que “un día se los lleva el de los ‘fierros viejos que vendan’”, la periodista y escritora compartió recibir la Medalla Belisario Domínguez con una gracia inesperada.
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“Sólo tengo una palabra, la más hermosa de todas, a pesar de ocupar tan poco espacio, dos sílabas que se dejan caer y son tan frágiles como un terremoto, un temblor: Gracias”.
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Entre agradecimientos y aplausos como los zumbidos que la hicieron recordar Elena declaró “supongo y pido perdón, que muchos esperaban un discurso, un texto político; y lamento decepcionarlos pero estoy tan llena de agradecimientos que sólo puedo decir gracias, gracias y otra vez gracias”.
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La medalla es una distinción entregada anualmente a hombres y mujeres mexicanos distinguidos por “su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra Patria o de la Humanidad”.
Desde que se decretó esta distinción en 1954, se ha entregado a nueve mujeres, incluyendo a Elena, quien además es la primera escritora y periodista en recibirla.
Previo a la sesión solemne en Xicoténcatl, el presidente López Obrador recibió a Elena en Palacio Nacional donde celebró junto a ella la merecida distinción.
A través de sus redes sociales, el mandatario la elogió como “la mejor escritora de nuestros días, la más inteligente, pero sobre todo la que ha estado siempre con los que sufren y luchan por los demás.
Es una santa laica”.
En la condecoración, Poniatowska lamentó la ausencia del primer mandatario.
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