principales exigencias de la compañía OceanGate a los pasajeros de las expediciones a los restos del trasatlántico , era que debían estar dispuestos a morir para formar parte de esta travesía, y eso se sabía por medio del documento que firmaban al contratar estos paquetes.
Este documento no solo era parte del paquete, sino que era una declaración de su decisión voluntaria y consciente de los riesgos a la muerte a los que se expondrían en todo el viaje, incluso en el descenso del vehículo marino experimental.
las noticias, damos a conocer que solo han sido 13 de las 90 inmersiones que han tenido que alcanzaron los 3 mil 800 metros de profundidad del histórico naufragio.
El diario británico Insider, Negligencia en el turismo extremo ha cobrado la vida de cientos de personas.
El documento da a conocer que hay al menos 10 maneras de morir en la expedición que el tripulante aborda, y las primeras amenazas se presentan en la urta de 380 millas nauticas desde el puerto de embarque en Newfoundland, Canadá, al suroeste de la costa de Terranova en un barco industrial que no se encuentra diseñado para operaciones de pasajeros, trayecto que tiene un riesgo de lesión o muerte por exposición a objetos grandes y pesados en el que están incluidos puertas giratorias que podrían volverse más peligrosas en mar abierto, un entorno natural incontrolable.
Al abordar botes pequeños, debían tener en cuenta la probabilidad de sufrir lesiones, discapacidad o muerte al abordarlos y entrar en contacto con otros equipos.
Cuando estés en el Titán, se añade el peligro de morir al bucear en aguas del Atlántico Norte por un mal funcionamiento del sumergible ‘experimental’ por la exposición a una ‘presión extrema’ que causaría lesiones graves, discapacidad, trauma emocional, otros daños o la muerte’.
Igualmente el colaborar en el servicio o la operación del sumergible tiene cuatro peligros mortales, como dice el documento: “Estaré expuesto a los riesgos asociados a los gases a alta presión, el servicio de oxígeno puro, los sistemas eléctricos de alto voltaje y otros peligros que podrían provocar daños a la propiedad, lesiones, discapacidad, daño emocional o la muerte, mía o de otros”.
El pasajero debe asumir toda la responsabilidad de las consecuencias negativas que se pudieran producir en la expedición y quita a la compañía el riesgo de demandas en su totalidad ya sea de su parte o por parte de sus representantes, familiares, tutores y otros beneficiarios.
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