tomará medidas para abordar los problemas de detectados en sus dispositivos a raíz de la reciente revelación de la Agencia Nacional de Frecuencias de Francia (ANFR) sobre la tasa de energía de radiofrecuencia de estos dispositivos, según reportan agencias internacionales como Reuters.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) hizo un llamado a Europa para retirar temporalmente estos teléfonos del mercado y presionó a la compañía tecnológica para que tomara medidas inmediatas.
Apple anunció que está en proceso de desarrollar una actualización de software destinada a resolver los problemas de radiación detectados en los en Francia.
La empresa sostiene que estos problemas están relacionados con los protocolos de prueba específicos utilizados por las autoridades reguladoras francesas y no representan una amenaza para la seguridad.
Un portavoz de confirmó a Bloomberg que la actualización de software se implementará exclusivamente para los usuarios en Francia y aclaró que la empresa considera que la elevada tasa de radiación detectada en ese país es un asunto relacionado con los procedimientos de prueba y salud locales.
"Esto está relacionado con un protocolo de prueba específico utilizado por los reguladores franceses y no es un problema de seguridad", afirmó el portavoz en un comunicado.
Las preocupaciones sobre los posibles impactos en la salud relacionados con la emisión de ondas de radiofrecuencia por parte de los surgieron el martes, coincidiendo con el anuncio de los nuevos modelos iPhone 15 por parte de , que marcó el inicio de la retirada del mercado de los iPhone 12.
También La ANFR llevó a cabo un análisis exhaustivo de 141 dispositivos móviles para evaluar la tasa de energía de radiofrecuencia que absorbe el cuerpo humano durante su uso, en un intento por determinar si cumplen con los límites de tasa de absorción específica establecidos como seguros por la agencia.
El análisis reveló que el superó los valores permitidos en una de las pruebas, relacionada con el contacto físico con el dispositivo, aunque se mantuvo dentro de los límites establecidos en la prueba de proximidad al cuerpo.
La ANFR instó al Gobierno francés a retirar de inmediato el dispositivo problemático, y el ministro francés de Transición Digital y Telecomunicaciones, Jean-Noël Barrot, cumplió con esta solicitud el mismo día.
Posteriormente, asociaciones de consumidores españolas como OCU y Facua se unieron a la petición para que se suspendiera la venta del en España hasta que se considerara seguro.
A nivel de la Unión Europea, se estaba evaluando la posibilidad de extender la prohibición impuesta en Francia al resto de los países miembros.
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