Hombre juzgado por asaltar edificios gubernamentales recibe 17 años de prisión

Un hombre ha sido condenado a 17 años de prisión por su en los que sacudieron la capital de en enero después de las elecciones presidenciales



Fue uno de los miles que se negaron a aceptar la derrota del presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro y saquearon edificios gubernamentales en señal de .

Aecio Pereira, condenado por intento de golpe de Estado, es el primero en ser juzgado en relación con los ataques.

Negó haber actuado mal y dijo que creía estar en una protesta pacífica.

Pereira, de 51 años, fue arrestado dentro del edificio del Senado.

Se había filmado en la mesa del presidente del Senado durante los disturbios, vistiendo una camiseta marcada con las palabras "Intervención militar" mientras instaba a sus compañeros partidarios de Bolsonaro a "llevar a la calles.

"La mafia de la que formaba parte afirmó que el resultado electoral estaba manipulado e invadió el palacio presidencial y el tribunal superior de Brasilia, rompiendo ventanas, arrojando muebles a fuentes y destrozando obras de arte.

Algunos también habían estado acampando frente a edificios del ejército en todo el país pidiendo una intervención militar.

Él es parte de un grupo inicial de cuatro personas que serán juzgadas por los disturbios ante la Corte Suprema de Brasil, que planea conocer 232 casos relacionados con los presuntos delitos más graves cometidos durante las manifestaciones.

Los fiscales también están investigando a más de 1.

000 personas más por los ataques, en su mayoría por cargos menores.

La Corte Suprema de Brasil también acordó incluir a Bolsonaro en su investigación sobre disturbios, y los fiscales dijeron que podría haber incitado a un delito al cuestionar la legitimidad de las acciones presidenciales de octubre.

Bolsonaro estaba en Florida durante la violencia después de negarse a participar en la entrega de la banda presidencial al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.

Antes de perder por poco las elecciones de octubre pasado, acusó públicamente al Supremo Tribunal Federal de estar políticamente en su contra y afirmó que el sistema de votación era propenso al fraude, a pesar de que no había pruebas que respaldaran esas afirmaciones.

Pero Bolsonaro negó haber alentado los disturbios en ese momento, diciendo que habían ido más allá de una protesta democrática.

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