¿Cómo el CJNG se 'deshace' de los cadáveres de sus víctimas?

está con 8 de cada 10 muertos derivan de los enfrentamientos grupos crimen organizado



Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) es uno de los cárteles más violentos, esto porque cuenta con tácticas muy parecidas a las que el cártel de los Zetas utilizaba a inicios del milenio y que han sido calificadas como ‘narcoterrorismo’ por las autoridades de Estados Unidos.

Es por esto que una pila de cuerpos, incluso algunos con vida, eran rociados con combustible y prendidos en fuego encima de un círculo cavado en la tierra y taraban hasta un día en quemarse.

las noticias, damos a conocer que este aterrador método fue bautizado por el como ‘la cama de tinto’.

Desde que se creó el Cártel, este usa varios métodos para deshacerse de las personas que se convierten en sus víctimas.

Sus orígenes vienen desde los finales de la década del año 2000 cuando el Cártel del Milenio se deshizo y se crearon dos facciones: La resistencia y Los Mata Zetas, estos últimos cambiaron su nombre al CJNG desde que Nemesio Oseguera Cervantes ‘El Mencho’, llegó a la organización.

Debido a su rivalidad con los Zetas, que son considerados como uno de los grupos criminales más sangrientos, el cártel usó los mismos recursos que sus rivales para hacerse notar, como las narcomantas, mensajes con cuerpos decapitados y videos en internet para advertir de su llegada a algún sitio aparte de mostrar las ejecuciones a manera de amenazas a sus rivales.

Para eliminar los cuerpos de todas sus víctimas, incluidas las de desaparición, el CJNG recurrió a fosas clandestinas, muchas de ellas se encuentran en Zacatecas, Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Guerrero, estados con fuerte presencia de la organización liderada por el Mencho, pero según Estados Unidos, el cártel logró posicionarse en 28 entidades.

Sin embargo no solo en fosas clandestinas el CJNG se ‘deshace’ de sus víctimas, sino que un joven sicario en entrevista para Telemundo dijo que vivió durante los tres meses que estuvo en un campamento del grupo criminal en Tlapa de Allende, Jalisco.

“Se le llama así (la cama de tinto) porque el color de la sangre pintaba la tierra donde se colocaban los cuerpos (.

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) Algunas personas todavía estaban vivas cuando las metíamos ahí.

Tardaban un día en quemarse y después esparcíamos las cenizas”.

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