“No me puede pasar esto, tengo que conocer a mi sobrina”, es lo que Daniela Russo pensaba en esos momentos en que los militantes de atacaban a los asistentes del festival de música electrónica Universo Paralello, realizado el sábado en el sur de Israel, cerca de la franja de Gaza.
Desde Tel Aviv, donde se resguarda, Daniela narra en exclusiva para las noticias aquellos momentos de terror y cómo el instinto de supervivencia le dio las fuerzas que necesitaba.
“Nosotros viajamos con varios amigos a Atenas, Grecia, porque fuimos parte de la organización de una fiesta.
Estando allá, fuimos invitados por amigos a viajar a y yo estaba de vacaciones en Europa, así que no me pareció una mala idea.
Dentro del grupo de amigos que estábamos en Israel se encontraba precisamente , que hasta ahora sigue desaparecido, y Shani, de quien ya hemos visto los terribles videos donde ella aparece.
“Bueno, pues viajamos a y llegamos a un Airbnb en Tel Aviv.
La pasamos increíble y de ahí nos hicieron la invitación para esta fiesta, pero nosotros nunca imaginamos que donde se iba a realizar era un lugar peligroso, no ubicábamos que era cerca de la franja de Gaza y nunca nos íbamos a imaginar lo que sucedió”, recuerda.
Daniela dice que llegaron a la fiesta en la noche y todo estaba perfectamente organizado, todo transcurría en paz y felicidad, un buen momento entre amigos hasta que se dirigieron al estacionamiento por unos tragos de tequila.
“Ahí fue cuando comenzamos a escuchar los cohetes, y la música se detuvo, luego escuchamos que anunciaban una alerta, en ese momento todo fue pánico, subimos a los autos, en el auto en el que yo salí iba con un amigo más y otro amigo de Israel que fue quien nos guio de cómo salir de esa zona.
En el otro auto venían otros amigos, incluido y ”.
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Durante el trayecto, se comunicaron con el mexicano Orión Hernández, quien pudiera haber sido secuestrado por , y su pareja , quien aparece inconsciente en videos y mostrada por los terroristas como un trofeo.
“Durante el trayecto nos comunicamos con ellos y de pronto escuchamos disparos, sólo logramos escuchar que nos dijeron que no era buena idea ir en auto, entonces dejamos el auto y corrimos, nos fuimos entre la plantación de olivos, los árboles y arbustos y el terreno subía y bajaba, eso nos ayudó, y estuvimos en el modo de supervivencia al cien por ciento; entre tres que éramos, cada uno miraba a un campo distinto para ver si había algún movimiento porque se escuchaban disparos cerca, se escuchaban explosiones, y todo esto incomunicados porque no teníamos batería o no teníamos servicio”.
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La sobreviviente argentina recuerda que luego de correr entre el campo encontraron un pequeño contenedor donde se resguardaba un grupo de personas y ahí se encontraba una mujer que pertenecía al ejército de y fue quien proporcionó la ubicación para su posterior rescate.
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“Habríamos estado ahí casi dos horas escondidos, pero por suerte aparecieron efectivos militares entre el campo, vieron que estuviéramos bien, vieron cómo estaban los heridos y ahí empezaron a llegar camionetas para sacarnos porque tuvimos que cruzar parte del desierto, y ahí fue donde llegaron más efectivos.
Es más, a nuestro amigo francés que se quedó en el camino, nosotros pudimos tener la locación de él, donde se quedó escondido mandó la locación antes de que se le apagara el teléfono, y pudimos enviar con los contactos, gente que conocíamos aquí, entonces enviaron tanques y uno de los tanques se pudo acercar y pudo salir de ahí”.
Daniela asegura que tuvo muchos ángeles en el camino, ya que, tras refugiarse en una estación de policías, una familia le dio asilo y alimento a un grupo de alrededor de 18 personas; después, les ayudaron a llegar al Airbnb en Tel Aviv donde estaban hospedados.
“Aquí estaremos hasta mañana (martes), que tenemos el vuelo, un vuelo a Atenas que por suerte logramos comprar, porque está supercomplicado comprar vuelos porque está toda la gente intentando salir y no nos tomaban los pagos, hasta que logramos comprar estos y es una aerolínea israelita.
Sabemos que las aerolíneas israelitas, quizás con pequeños retrasos, están funcionando”.
También Daniela, con la voz entrecortada, dice que la fuerza para escapar la tomó del deseo infinito de conocer a su futura sobrina, en Argentina.
“Mi plan es ahora, cuando llegue a Europa, abrazar a amigos y ver qué voy hacer.
Mi plan es volver para México, pero voy a ver cómo me voy manejando para que sea lo menos estresante y lo más sencillo posible, que vaya fluyendo.
Tengo muchas ganas de ir a Argentina, porque precisamente una de mis hermanas va a ser mamá, fue una de las cosas que mantuvieron con mucha fuerza mientras pasaba todo, va a ser mi primera sobrina, y decía ‘no me puede pasar esto, tengo que conocer a mi sobrina’ y así fue, pero cuando pueda voy ir a abrazar a toda mi familia en Argentina”.
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