El grupo islamista Hamás emplea armamento de una manera menos sofisticada que su enemigo, pero a la vez letal, como aquellos soldados que se equipan de explosivos para hacerse detonar.
Cuentan con medios limitados en variedad, pero con un personal extenso para hacer frente a Israel, dentro de sus herramientas para atacar se encuentra el uso de parapentes para atravesar la frontera israelí e internarse vía terrestre dentro de aquel país.
Su fusil de asalto es el clásico Kalashnikov empleado en la extinta Unión Soviética en 1949, mejor conocido en México como el AK-47 o “Cuerno de Chivo”, cuyo rifle es de gran resistencia, posibilidad de reparación y, por su disponibilidad, le convierten en una de las armas ligeras más populares a nivel global.
No obstante, por medio del contrabando ha llegado a sus manos el M-16 de fabricación estadounidense.
Los proyectiles empleados desde el pasado viernes 6 de octubre, son parte del arsenal que poseen estos guerreros, pero la mayoría provienen de países como Irán y Siria, principalmente.
Hay otros que son fabricados por los mismos palestinos, aunque han requerido de ayuda externa.
Los prototipos más moderados tienen un alcance de 12 kilómetros, mientras que los más capaces como el M-302 ocupados por los sirios pueden alcanzar hasta los 180 kilómetros.
Las aeronaves no tripuladas conocidas popularmente como drones forman parte de su catálogo, esto para hacer frente a los militares israelíes.
El tipo de modelos que utiliza la gente de Hamás, no es algo que se sepa a ciencia cierta, pero su letalidad es reconocida, ya que pueden tirar desde una granada o usarse decenas de ellos con otros tipos de explosivos para hacerlos detonar, lo que llaman “drones kamiaze”.
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