Políticos poderosos y gobiernos de distintos países ya usan la inteligencia artificial para potenciar sus campañas de desinformación y perfeccionar la censura en línea.
Es durante los periodos electorales y momentos de crisis política cuando la represión digital y la propagación de (noticias falsas) se vuelve más intensa, revela un estudio de la fundación Freedom HouseEl informe sobre libertad en internet incluye a México en una lista de 16 países donde políticos utilizan herramientas basadas en inteligencia artificial para generar imágenes, texto o audio destinados a “sembrar dudas, difamar a sus adversarios o influir en el debate público”.
Nuestro país también forma parte de un grupo de 47 naciones donde los gobiernos emplean comentaristas —funcionarios públicos, personas leales al partido en el poder o contratistas— para manipular las discusiones en línea a su favor.
“El próximo año se celebrarán una serie de elecciones importantes en todo el mundo, y algunos gobiernos ya están intentando suprimir los discursos desfavorables en línea.
elecciones presidenciales de México de julio de 2024, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha utilizado su cargo para impulsar campañas de acoso en línea contra figuras de la oposición y socavar la autoridad electoral independiente, presumiblemente para asegurar la victoria de la candidata de su partido”, advierte el reporte.
En este contexto, agrega que las herramientas basadas en inteligencia artificial que pueden generar texto, audio e imágenes han “provocado una preocupante escalada de estas tácticas de desinformación”En la décimo tercera edición de su informe Libertad en la Red 2023, la organización Freedom House documentó cuatro modalidades de censura y control de la esfera digital en México.
Estas fueron: comentaristas pro gobierno que manipulan los debates en línea; detención de internautas por publicar contenido político, social o religioso; agresiones físicas o parcialmente libre” en cuanto a derechos humanos digitales.
Freedom House evalúa las condiciones de libertad digital que hay en 70 países que aglutinan 88 por ciento de los usuarios de internet en el mundo.
El reporte abarca el periodo que va de junio de 2022 a mayo de 2023.
El documento alerta que “la libertad global en internet disminuyó por decimotercer año consecutivo”.
Entre sus principales hallazgos, documenta que la inteligencia artificial potencia la labor de los comentaristas progubernamentales para desinformar y propagar fake news.
“Las cuentas automatizadas de ‘robots’ en las redes sociales han silenciado a los activistas y han propagado narrativas falsas sobre el fraude electoral entre los votantes, mientras que los algoritmos de las plataformas han promovido información incendiaria y no confiable sobre fuentes confiables.
“Quienes tengan incentivos financieros o políticos tendrán la capacidad de crear información falsa y engañosa con estas herramientas y luego aprovechar las redes existentes para distribuirla a escala.
Como resultado, el espacio de la información se diluirá y contaminará cada vez más con invenciones, dañando aún más el papel de internet como fuente de contenido confiable y diverso”.
No solo son los gobiernos.
También políticos poderosos han contratado a empresas de inteligencia artificial para difundir contenido falso y engañoso.
En el caso de México, Freedom House cita el caso de la empresa israelí Team Jorge, que en 2020 encabezó una campaña en redes sociales para defender a Tomás Zerón de las acusaciones de tortura, desaparición forzada y alteración de la investigación del caso Ayotzinapa.
“La firma, por ejemplo, difundió narrativas destinadas a sembrar dudas sobre acusaciones graves de que el exdirector de la unidad de investigaciones criminales de México estuvo involucrado en tortura, secuestro y falsificación de pruebas”.
Además de campañas de fake news, la inteligencia artificial también permite a los gobiernos fortalecer sus sistemas de censura en línea.
“Los sistemas automatizados han permitido a los gobiernos llevar a cabo formas más precisas y sutiles de censura en línea… Los sofisticados sistemas de vigilancia rastrean rápidamente las redes sociales en busca de signos de disidencia, y conjuntos de datos masivos se combinan con escaneos faciales para identificar y rastrear a los manifestantes a favor de la democracia”.
El reporte añade que esta tecnología ha permitido a los gobiernos llevar a cabo una censura más precisa y menos detectable, minimizando la reacción pública y reduciendo el costo político para quienes están en el poder.
No obstante, documenta que la censura abierta sigue siendo utilizada en todo el mundo como táctica para el control de información.
El número de países donde los gobiernos impusieron un bloqueo total de sitios web que albergaban discursos políticos, sociales y religiosos alcanzó un máximo sin precedentes de 41 este año, siendo dos de los casos más extremos Irán y Filipinas.
En Irán las autoridades cerraron el servicio de internet, bloquearon WhatsApp e Instagram y aumentaron la vigilancia en un intento por sofocar las protestas antigubernamentales.
Y en Filipinas, el expresidente Rodrigo Duterte utilizó una ley antiterrorista para bloquear sitios de noticias que habían criticado su administración.
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