En la remota isla de Baffin, ubicada entre Canadá y Groenlandia, científicos del Instituto de Tecnología de California (Caltech) y el Instituto Oceanográfico Woods Hole han descubierto una anomalía que se origina en el núcleo de la Tierra.
Este hallazgo revela niveles elevados de gas noble Helio, lo que sugiere la posibilidad de una fuga desde las profundidades del planeta.
Publicado en la revista científica Nature el pasado 18 de octubre, este estudio ha capturado la atención de la comunidad científica, ya que los niveles inusuales de un isótopo específico de helio, conocido como helio-3, podrían arrojar luz sobre el núcleo terrestre, una región inaccesible debido a su extrema profundidad (más de 5.
000 kilómetros) y altas temperaturas, que superan los 4.
000 ºC.
Este descubrimiento podría ser la prueba más sólida hasta la fecha de una posible desde el núcleo de la Tierra.
Los investigadores que detectaron las cantidades anómalas del isótopo observaron una presencia significativamente mayor en la isla de Baffin en comparación con cualquier otra área del mundo.
Además, se encontraron niveles hasta 67 veces superiores a los que se hallan en la atmósfera, lo que llevó a la conclusión de que no se trataba de contaminación externa, sino de la emanación de material desde el interior de la .
El estudio refiere que el helio-3 es un elemento antiquísimo que existía en la época en que la se estaba formando.
Se presume que este gas quedó atrapado en el núcleo y ahora está escapando hacia la atmósfera a través de esta .
.
También El equipo de investigación sugiere que si su hipótesis sobre el origen del helio-3 se confirma, podría haber otros elementos en estas remotas y árticas regiones que provienen del núcleo terrestre, lo que permitiría un análisis sin precedentes y proporcionaría más pistas sobre el origen de la .
Es importante destacar que, aunque la idea de una pueda parecer un motivo de preocupación, el equipo enfatiza en su artículo que no parece tener consecuencias negativas para nuestro planeta.
En cambio, este hallazgo podría tener un impacto trascendental en el avance de los estudios sobre esta región.
En el centro del planeta se encuentra el núcleo interno, una esfera sólida compuesta de hierro y níquel con un radio de 1220 km, rodeada por una capa fundida de composición similar, el externo, con un espesor de 2260 km.
Los movimientos de convección en esta capa fluida, combinados con la rotación terrestre, generan el campo magnético que protege nuestro planeta de partículas provenientes del Sol y del espacio.
Alrededor del se encuentra el manto, con un espesor de aproximadamente 2900 km, y sobre él se sitúa la corteza terrestre, donde vivimos, con un grosor que varía de 10 a 50 km.
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