Disputas ideológicas y por temas electorales caracterizan la mayoría de los cambios en el Gabinete del presidente López Obrador . A cinco años sólo quedan 10 integrantes originales, pero no todos en la misma secretaría
A cinco años de que Andrés Manuel López Obrador se colocara la banda presidencial, la mitad del Gabinete Legal con el que inició ya no está en su gobierno.
Polémicas entre funcionarios, despidos, renuncias y chapulineos electorales han marcado el desenlace del primer gabinete obradorista.
Desde el 1 de diciembre de 2018 hasta la fecha, el equipo del presidente suma más de 20 cambios, sin contar al equipo del Gabinete ampliado.
A lo largo de su administración se han presentado renuncias por diferendos ideológicos, e incluso quien fuera su secretario de Hacienda y Crédito Público se sumó recientemente al equipo de la precandidata presidencial de la oposición, Xóchitl Gálvez.
En el ocaso del sexenio, sólo diez funcionarios del Gabinete Legal han permanecido cerca de AMLO, aunque algunos han migrado de una secretaría a otra, como Luisa María Alcalde.
En diciembre de 2017, como uno de sus actos de precampaña, el entonces candidato presentó a un equipo de especialistas que, adelantó, serían los integrantes de su Gabinete Federal en caso de ganar los comicios.
Sin considerar las Secretarías de Seguridad, de la Defensa Nacional y de Marina, el tabasqueño sumó a ocho hombres y ocho mujeres a su equipoEste Gabinete estaba integrado por Héctor Vasconcelos en Relaciones Exteriores; Carlos Urzúa en Hacienda; Esteban Moctezuma en Educación Pública; Víctor Villalobos en Agricultura; Javier Jiménez Espriú en Comunicaciones y Transportes; Jorge Alcocer en Salud; Román Meyer en Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano; y Miguel Torruco.
Además, figuraron mujeres como Olga Sánchez en Gobernación; María Luisa Albores en Desarrollo Social; Josefa González Blanco en Medio Ambiente; Rocío Nahle en Energía; Graciela Márquez en Economía; Eréndira Sandoval en Función Pública; Luisa Alcalde en Trabajo; y Alejandra FraustoUn año más tarde, cuando Andrés Manuel recibió de Enrique Peña Nieto la Banda Presidencial, de aquél equipo, sólo se generó un cambio: Héctor Vasconcelos salió y se integró Marcelo Ebrard como el responsable de la cancillería.
Además, al tomar posesión del cargo, se integraron Alfonso Durazo en Seguridad, Luis Crescencio Sandoval en Defensa Nacional y Rafael Ojeda en Marina.
Desde su presentación anticipada —un año antes— distintos especialistas elogiaron dos aspectos principales en el Gabinete del tabasqueño: la paridad de género, que además abrió paso a que por primera vez en la historia una mujer dirigiera las riendas de la política interior del país; y la preparación académica, así como la trayectoria de las y los integrantes.
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Sin contar a los secretarios de las Fuerzas Armadas, siete de los 17 secretarios contaban con grado académico doctoral, cinco con un nivel de maestría y otros cinco con licenciatura.
Asimismo, resaltó que nueve integrantes del Gabinete eran egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México, la misma alma máter del presidente López Obrador.
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Aunque el primer Gabinete de AMLO fue bien calificado por cuestiones de paridad y trayectoria profesional, sólo en los dos primeros años de su gobierno se suscitaron siete cambios, seis de los cuales representaron salidas de funcionarios.
A cinco meses de haber comenzado la administración morenista, Josefa González Blanco dejó la Semarnat y dos meses más tarde, Carlos Urzúa se separó del timón de las arcas públicas del país.
Un año después, Javier Jiménez Espriú también dejó Comunicaciones y Transportes.
Hacia agosto de 2020, Victor Manuel Toledo —quien suplió a Blanco en Semarnat— también se separó del Gabinete.
Esta vacante sería ocupada por María Luisa Albores, quien tuvo que separarse de la Secretaría de Bienestar —antes Desarrollo Social— para encargarse del Medio Ambiente.
En octubre, Durazo Montaño se separó de SeguridadPara el cierre del mismo año se desataron dos cambios más.
Graciela Márquez abandonó Economía y Esteban Moctezuma, Educación Pública.
En sus lugares llegaron Tatiana Clouthier y Delfina Gómez, respectivamente.
La renuncia de González Blanco se desarrolló entre polémicas por presuntos conflictos de interés en sus declaraciones 3 de 3.
Además, el hecho se presentó la misma semana que Germán Martínez que dejó la titularidad del IMSS.
A pesar de esto, la extitular de Semarnat actualmente es la embajadora de México en el Reino Unido.
Carlos Urzúa consideró que el presidente López Obrador tomaba “decisiones de política pública sin el suficiente sustento”, por lo que dejó la titularidad de la Secretaría de Hacienda.
Recientemente sorprendió a todos, ya que en octubre pasado se integró al equipo de trabajo de la precandidata presidencial de la oposición, Xóchitl GálvezLa renuncia de Márquez Colín se debió a su salto a la dirección del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (), mientras que Esteban Moctezuma ocupó la embajada de México en Estados Unidos.
Durante el tercer año de gobierno de López Obrador se presentaron más cambios en el Gabinete federal.
Con la salida de Carlos Urzúa de la Secretaría de Hacienda, llegó Arturo Herrera, quien también se separó de Hacienda en julio de 2021.
Lo suplió Rogelio Ramírez de O, quien sigue al frente de esta cartera.
Dos meses más tarde, la ministra en retiro Olga Sánchez Cordero dejó la Secretaría de Gobernación para regresar a su escaño en el Senado de la República.
En su lugar llegó Adán Augusto López, quien a su vez se separó del cargo en junio de este año para buscar la candidatura presidencial de Morena.
Su lugar fue ocupado por la entonces secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján.
López Obrador rompe récord de violencia, pero ésta comienza a ceder.
Otras de las bajas de la actual administración se dieron por temas electorales.
Algunos funcionarios de AMLO quisieron escalar peldaños y pasar de secretarios de Estado a gobernar una entidad.
El primer ejemplo fue Alfonso Durazo, abandonó el barco presidencial para buscar la gubernatura de SonoraEn junio de 2021, el ahora gobernador arrasó en las urnas con más del 50 por ciento de las preferencias electorales.
Delfina Gómez, quien se desempeñaba como secretaria de Educación, dejó la dependencia para competir por segunda vez por la gubernatura del Estado de México.
Ahora sí ganó y con su triunfo desterró al PRI de la entidad, la cual había sido gobernada históricamente sólo por el tricolor.
El mismo año, Tatiana Clouthier, quien solo estuvo en sus funciones por un año y ocho meses, también anunció su salida del Gabinete.
Aunque su renuncia no fue por un tema propiamente electoral, recientemente apareció como parte del equipo de precampaña de Claudia Sheinbaum, la abanderada de Morena a la presidencia de la República.
El año pasado, dejó la titularidad de la Secretaría de Bienestar para dirigir una de las obras emblemáticas de la actual administración: el Tren Maya.
Para esto, se convirtió en director general Fonatur, cargo que dejó en septiembre de este año para ir por la candidatura de Tabasco, estado natal del presidente López Obrador.
May arrasó en la contienda interna de Morena y recientemente recibió su constancia de precandidato a gobernadorEste 2023 también fue de renuncias con miras a los comicios federales de 2024.
Al igual que Javier May, Roció Nahle presentó su baja a la Secretaría de Energía para ir por Veracruz, decisión que le tomó críticas porque no nació en el puerto, sino en Zacatecas.
Aun así, Nahle se convirtió en la abanderada del oficialismo para retener el siguiente año el estado del Golfo.
El panorama no resultó igual para Ricardo Sheffield, quien también dejó la para buscar —por segunda ocasión— la candidatura para Guanajuato.
Aunque ganó en las encuestas internas de Morena, por criterios de paridad , tuvo que ceder el puesto a la diputada local Alma Alcaraz.
En el mismo proceso también participó Ernesto Prieto, quien se desempeñaba como director del Instituto Nacional para Devolverle al Pueblo lo Robado (), y renunció por sus aspiraciones políticas.
Una pieza clave en la administración obradorista fue el subsecretario de Salud, Hugo López-Gattel, hombre que estuvo al frente de la pandemia por Covid-19.
El exfuncionario dejó su cargo para ir por la Jefatura de la Ciudad de México, pero no le fue bien en la encuesta interna de Morena.
En la subsecretaría quedó Ruy López.
Dos de las secretarías más importantes —Gobernación y Relaciones Exteriores— también se quedaron sin titulares en junio pasado.
Adán Augusto López y Marcelo Ebrard dejaron el cargo para ir en búsqueda de la candidatura de Morena a la Presidencia de la República, que terminó ganando Claudia Sheinbaum.
La última salida se presentó a pesar de que López Obrador anunció que ya no habría más renuncias en su Gabinete.
Fue el caso de Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos.
Quien fuera uno de los hombres más cercanos a AMLO, sorprendió a todos al presentar su renuncia el 19 de octubre y se unió al equipo de Claudia Sheinbaum rumbo a la elección presidencial en 2024.
Del Gabinete Legal, compuesto por 19 Secretarías de Estado y la Fiscalía General de la República, sólo diez funcionarios continúan firmes desde el inicio de la Cuarta Transformación.
Entre estos, dos piezas claves son los militares: Luis Crescencio Sandoval, titular de la Sedena, y José Rafael Ojeda Durán, al frente de la Marina.
Otros funcionarios que se han mantenido desde el 1 de diciembre de 2018 a la fecha son el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, y el secretario de Salud, Jorge AlcocerRomán Meyer Falcón, uno de los funcionarios más jóvenes de la actual administración, también permanece en su cargo como secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.
La Secretaría de Cultura, encabezada por Alejandra Frausto, y la de Turismo, por Miguel Torruco, así como la Fiscalía General de la República, de Alejandro Gertz Manero, son parte del Gabinete Legal que se ha mantenido sin cambios.
Adicionalmente, Luisa María Alcalde y María Luisa Albores también se han mantenido, aunque no en la misma Secretaría donde iniciaron.
Alcalde Luján pasó de Trabajo y Previsión Social a dirigir Gobernación; Albores González pasó de Bienestar a Medio Ambiente.
Por su parte, en el Gabinete Ampliado, de los 20 puestos, se mantienen casi la mitad de los funcionarios.
Permanecen en su cargo Octavio Romero Oropeza, director de Petróleos Mexicanos (); Manuel Bartlett Díaz, director de la Comisión Federal de Electricidad () y Juan Antonio Ferrer Aguilar.
Éste último fue director del Instituto de Salud para el Bienestar ) hasta su extinción en junio del 2023; actualmente es subsecretario en la Secretaría de Salud.
También se mantienen Carlos Martínez Velázquez, director del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores; María Elena Álvarez-Buylla, directora del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología; Ana Gabriela Guevara, directora de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte; Adelfo Regino Montes, director del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas; Blanca Alicia Mendoza Vera, procuradora federal de Protección al Ambiente; y Elsa Julieta Veites Arévalo, directora de Caminos y Puentes Federales.
El Gabinete lopezobradorista no ha estado exento de polémicas.
Aunque una de las consignas del mandatario es el combate a la corrupción, distintos funcionarios han sido señalados por esto.
Quien se encargaba del combate a la corrupción desde la Secretaría de la Función Pública (SFP), Irma Eréndira Sandoval, fue señalada de haber adquirido en nueve años un patrimonio de más de 60 millones de pesos cuando tenía un salario de investigadora.
A ese caso se le suma el de la extitular de la Semarnat, Josefa González Blanco, quien presentó su renuncia en mayo del 2019 después de que se evidenciara que había provocado el retraso de la salida de un vuelo comercial para su beneficio.
Como ellas, también se ha señalado a la exatleta y medallista olímpica, Ana Gabriela Guevara, por su gestión al frente de la .
Incluso, la Auditoría Superior de la Federación ha identificado posibles daños a las arcas públicas por más de 300 millones de pesos.
Sumado a estos temas, también se presentan los casos de espionaje desde las Fuerzas Armadas, hecho que ha sido documentado durante esta administración.
En el rubro castrense, también figuró la filtración de una base de datos del Ejército, que a su vez, desató diversas controversias.
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