El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha aplicado una polÃtica de “austeridad republicana” selectiva, en la que varias dependencias enfrentan fuertes recortes en su gasto en tanto que a otras se les privilegia con aumentos significativos.
De acuerdo con un análisis elaborado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), al comparar la Cuenta Pública del 2018 (antes de que comenzara la administración lopezobradorista) con el Presupuesto de Egresos aprobado para el año que viene (el último de la llamada 4T), se observa que hay ramos administrativos que —más que padecer la tijera presupuestal— resultaron beneficiados con mayores recursos, entre ellos, Defensa Nacional, Marina, Bienestar y EnergÃa.
“Se trata de una austeridad selectiva en la que, si bien se observan recortes al presupuesto de varios ramos administrativos, se privilegia a otros con incrementos considerables”, indica el estudio.
Al principio de su sexenio, López Obrador prometió la “austeridad republicana” como uno de sus 100 compromisos a cumplir.
“Se aplicará una estricta polÃtica de austeridad republicana.
No habrá amiguismo, nepotismo e influyentÃsimo, ninguna de esas lacras de la polÃtica… Haremos pocos, muy pocos, viajes al extranjero y solo por causa justificada; no sé comprarán vehÃculos nuevos para funcionarios; únicamente tendrán escoltas los funcionarios responsables de tareas de seguridad; solo habrá tres asesores por secretarÃa; no habrá atención médica privada, ni cajas de ahorro exclusivas para funcionarios de alto nivel”, dijo el mandatario el primer dÃa de su gobierno.
Sin embargo, las medidas de reducción de gasto no han sido iguales en todas las dependencias de la Administración Pública Federal (APF).
De hecho, el estudio del CIEP muestra que existe un aumento de 20.
5 por ciento en términos reales (es decir, después de descontar el efecto de la inflación) entre el gasto ejercido durante 2018 y el que se planea ejecutar en todo 2024.
En cambio, los ingresos presupuestarios aumentaron 14.
4 por ciento en el mismo periodo.
Es decir, que el gasto del gobierno federal crece a mayor proporción que lo hacen sus ingresos.
El boquete resultante se ha financiado con deuda, la cual incrementó 158.
5 por ciento en el mismo periodo.
La deuda pública, a lo largo del perÃodo de estudio, habrá aumentado 5.
2 puntos porcentuales del PIB… habrá pasado de 43.
6 por ciento del PIB en 2018 a 48.
8 por ciento (en 2024)”, indica el análisis del centro de investigación.
Añade que “este desbalance en el presupuesto, asà como el crecimiento del gasto público a lo largo de la presente administración ponen en duda el discurso de austeridad que se planteó a inicios de sexenio”.
La austeridad fiscal —o austeridad republicana, como suele llamarla el presidente de la República— es una polÃtica que busca reducir el déficit y la deuda públicas mediante recortes en el gasto, aumento en los impuestos, o ambos.
En el caso del gobierno de la Cuarta Transformación, la austeridad republicana no es una regla pareja para todas las dependencias.
A los órganos autónomos, que son contrapesos al gobierno federal y sumamente criticados por el presidente López Obrador, se les ha recortado una cantidad considerable de recursos.
Entre 2018 y 2024 el recorte al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) fue de 21.
4 por ciento; a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), de 33.
8 por ciento y al Instituto Federal de Telecomunicaciones, de 42.
1 por ciento.
Por su parte, el Instituto Nacional Electoral (INE) apenas logró un aumento de 1.
9 por ciento en el mismo lapso y solo el Instituto Nacional de EstadÃstica y GeografÃa (Inegi) tuvo un incremento importante de, 35.
3 por ciento.
En lo que respecta a los ramos administrativos, el presupuesto para EnergÃa creció 2,097.
2 por ciento; para Trabajo y Previsión Social, 370.
6 por ciento; para Bienestar, 302.
9 por ciento; para Defensa Nacional, 139.
1 por ciento (aunque gran parte del incremento corresponde al Tren Maya); para Marina, 50.
7 por ciento, y para Medio Ambiente, 20.
2 por ciento.
En contraste, Gobernación tuvo un recorte de 90.
5 por ciento; Turismo, de 84.
9 por ciento; Presidencia, de 81.
3 por ciento; EconomÃa, de 71.
2 por ciento; Hacienda y Crédito Público, de 54.
7 por ciento; Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, de 55.
1 por ciento, y Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, de 54.
9 por ciento.
El análisis también destaca un recorte al sector salud de 41.
4 por ciento, pese a la pandemia de Covid-19.
“La siguiente administración federal, tendrá que enfrentar no sólo el problema de la falta de recursos públicos para atender las responsabilidades de gasto heredadas, también observará debilidad institucional y pérdida de capacidades ocasionadas, en parte, por las polÃticas de austeridad selectiva del gasto de la administración saliente.
Ante ello, el planteamiento de una reforma hacendaria será impostergable”, concluye el estudio del CIEP.
SÃguenos en Facebook y entérate de las noticias trend de la semana
No hay comentarios.:
Publicar un comentario