Este domingo, 17 de diciembre, el mundo católico celebra a nivel familiar y en los templos el tercer día de Adviento.
Este domingo de Adviento se distingue por el encendido de la vela rosada, una tradición que, aunque habitual en la misa dominical, también se realiza en el seno del hogar, convirtiéndose en un momento especial para rezar en familia.
corona de Adviento, adorna nuestros hogares en este ritual religioso que se practica los cuatro domingos antes del día de .
El Adviento es un tiempo de esperanza y reflexión, una preparación para el nacimiento de Jesús, combinando la alegría de su llegada con un período de penitencia.
domingo de Adviento antes del 25 de diciembre, una nueva vela ilumina la corona de Adviento en nuestros hogares, acompañada de , lecturas de misa y cantos, fortaleciendo el vínculo familiar y espiritual en esta época tan significativa.
Para los rezos en familia durante este tercer domingo de Adviento, la Arquidiócesis de Guayaquil sugiere una oración especial que refleja el espíritu de anticipación y esperanza característico de la temporada.
Oración de AdvientoEn las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó una voz.
Se anuncia la buena noticia: iEl Señor va a llegar! iPreparen sus caminos, porque ya se acerca! Adornen su alma como una novia se engalana el día de su boda.
¡Ya llega el mensajero!.
Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles, llama para que calientes.
iVen, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu amor!Ven, Señor, haz resplan decer tu rostro sobre nosotros.
Tras las lecturas, quien dirige la ceremonia puede hacer una pequeña reflexión en que pide a los asistentes sus opiniones sobre la lectura y de qué manera se puede aplicar en nuestra vida, sobre todo en esta época navideña, antes de entonar villancicos.
Se puede rezar por intenciones que tengan que ver con nuestra vida, por la paz del mundo convulsionado ahora por guerras, también por las intenciones del papa Francisco, o solicitar más vocaciones sacerdotales.
Adicionalmente, como parte del momento de compartir la oración, se puede disfrutar de alguna galleta, o sanduchitos y alguna bebida como chocolate.
Además del tradicional “Aleluya”, en las iglesias y en casa, durante el Adviento, se recomienda incluir cantos litúrgicos como “Señor, ten piedad”, “El santo” y “Cordero de Dios”.
Las celebraciones en este tiempo pueden enriquecerse con una canción dedicada a la Virgen María, un homenaje a su papel crucial en la Navidad, albergando en su vientre a Cristo, tal como detalla el sitio aciprensa.
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