La historia de “Tohuí”, la panda gigante nacida en el zoológico de Chapultepec el 7 de junio de 1981, es un recuerdo entrañable para muchos mexicanos que vivieron la época en que esta especie era una novedad en suelo nacional.
La osa, nacida de la pareja “Ying Ying” y “Pe Pe”, fue parte de un programa de conservación que simbolizó la relación diplomática entre China y México.
“Tohuí” se convirtió en una sensación en México, y su popularidad fue tal que incluso la reconocida cantante le dedicó una canción titulada “El pequeño panda de Chapultepec”.
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Este tema, estrenado en 1982, inmortalizó la ternura de la panda y la conexión especial que la sociedad mexicana tenía con este animal exótico.
A través del videoclip, aún disponible en plataformas como YouTube, se puede revivir el encanto de “Tohuí” cuando era apenas una cría, sostenida amorosamente por su madre.
La llegada de “Tohuí” a Chapultepec marcó un hito, ya que fue una de las primeras especies de pandas nacidas fuera de China.
El entusiasmo de los mexicanos era palpable, y la panda recibió su nombre, que significa “niño” en náhuatl, como un símbolo de afecto y esperanza para la conservación de la especie.
La canción de Yuri contribuyó a intensificar el interés del público por esta adorable panda, convirtiéndola en una celebridad y atrayendo a multitudes al zoológico de Chapultepec.
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El tema musical reflejaba el cariño de la cantante hacia “Tohuí” y su deseo de destacar la importancia de preservar la vida de estos animales en cautiverio.
A lo largo de su vida, “Tohuí” tuvo un papel crucial en el programa de reproducción del zoológico.
Su descendencia incluyó a “Xin Xin”, nacida en 1990, cuyo nombre significa “esperanza”.
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Sin embargo, en 1993, a la edad de 12 años, “Tohuí” falleció a causa de una leptospira.
A pesar de su partida, su legado perdura en la memoria de aquellos que la conocieron y en el material audiovisual que capturó su vida en cautiverio.
“Xin Xin” es el último representante de su especie en América Latina.
A punto de cumplir 34 años, está a un año de igualar el récord de vida para pandas en cautiverio.
Cabe destacar que los restos disecados de “Tohuí” reposan junto a los de sus padres y su pareja en el zoológico de Chapultepec, recordando a una de las pandas más queridas de México.
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