El Bayern Munich no levanta cabeza y encadena tres derrotas consecutivas, la última de ellas este domingo ante el Bochum por 3-2.
La fragilidad defensiva condenó a los de Thomas Tuchel, que se encuentran ahora a una distancia considerable de ocho puntos del líder de la liga, el Bayer Leverkusen.
Esta situación, sumada a la derrota sufrida entre semana ante la Lazio en la Liga de Campeones y la contundente derrota por 3-0 del fin de semana pasado ante el Leverkusen, plantea serias dudas sobre el futuro del entrenador.
La victoria del Bochum fue celebrada por sus aficionados con una pancarta que rezaba: "¡¡¡Leverkusen, Lazio, Bochum!!!" Esta inesperada derrota del Bayern Munich solo agrava la situación, ya que las protestas de los aficionados contra la influencia de un inversor externo en la Bundesliga, que han estado ocurriendo de manera continua, no han podido distraer la atención de las preocupaciones sobre el desempeño del equipo.
Incluso las acciones de protesta, como los aviones modelo volando sobre el campo durante el empate 3-3 del Eintracht Frankfurt con Friburgo y las pelotas de tenis interrumpiendo el juego del Bayern, no han logrado aliviar la presión sobre Tuchel y su equipo.
La expulsión de Dayot Upamecano, que dejó al Bayern Munich con un jugador menos, refleja la frustración y la falta de control que están experimentando los jugadores en este momento crítico de la temporada.
Con apenas 12 jornadas restantes, el Bayern Munich se enfrenta a un desafío importante para revertir su situación y recuperar terreno en la carrera por el título de la Bundesliga.
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