Nayib Armando Bukele Ortez,presidente número 60 de la República de El Salvador ya está siendo considerado el ganador para tener un segundo mandato que dure otros cinco años.
Él es un hombre que ha dejado una huella muy importante en la política de América Latina desde que llegó al poder en el año 2019.
Este hombre cuenta con personalidad carismática y no solamente eso, sino que ha desafiado a las convenciones políticas tradicionales con el fin de ‘impulsar cambios significativos en su país’.
Bukele es el mayor de cuatro hijos de Olga Ortez y Armando Bukele, un musulmán de Palestina que impulsó que se construyeran algunas de las primeras mezquitas en América Latina y ahora está casado con la bailarina Gabriela Rodríguez y tiene dos hijas.
En el año 2012 fue su primera administración en la alcaldía de Nuevo Cuscatlán y en esta sin pensarlo, ya se encontraba ensayando lo que sería su gobierno como el presidente más joven de El Salvador y así logró romper tres décadas de bipartidismo en el país.
Después de siete años, Bukele fue felicitado a nivel internacional después del despido de 400 funcionarios, algunos que fueron acusados de nepotismo o vínculos con su predecesor, Salvador Sánchez Cerén, entrar al Congreso con militares, apostar por el Bitcoin para la economía del país y su régimen de Excepción.
Tras décadas de corrupción e inoperancia de los partidos tradicionales por la escalada de la violencia y el estancamiento de la economía, los salvadoreños vieron en este político a alguien que buscaba cambiar las cosas, pero en febrero del año 2020 las cosas comenzaron a cambiar luego de mostrar que estaba dispuesto a pasar los límites con el fin de imponer sus políticas cuando ocupó con militares policías la sede del Congreso con el fin de presionar a los diputados para que aprobaran un préstamo de 109 millones de dólares para combatir la inseguridad.
Ante todo esto, Bukele solicitó el voto para no poner "en riesgo" la persecución de pandillas.
Su primer simpatía por el partido izquierdista nació luego de que la agencia de publicidad de su padre trabajara para la cuenta de la otrora guerrilla Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), y en el año 2012 ganó la alcaldía de Nuevo Cuscatlán, un pueblo olvidado cerca de San Salvador, que gobernó hasta el año 2015.
Tras verse marginado del foco mediático y sin recursos, fue a redes sociales a dar a conocer sus obras y reducir drásticamente los homicidios, además de donar su salario para el financiamiento de becas universitarias, así fue como su gestión lo llevó a gobernar la capital hasta el año 2018.
En San Salvador logró ganar protagonismo con sus obras sociales y culturales como la revitalización del centro histórico y construcción de una biblioteca municipal, y en el año 2019, se unió al partido derechista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) con el que ahora es presidente del país.
Prometió acabar con la corrupción pero él fue investigado por la Fiscalía por presunto lavado de dinero y evasión fiscal en sus periodos como alcalde.
Sin embargo también es acusado de ser ‘pura foto’, y también de nepotismo porque sus familiares han ocupado cargos públicos y lo asesoran por detrás, y ahora busca la reelección.
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