Oliver Bearman, el joven piloto británico que debutó en la con en el Gran Premio de Arabia Saudí, tiene una historia curiosa con el carnet de conducir.
El inglés, que a sus 18 años ya ha demostrado su talento en la máxima categoría del automovilismo, necesitó dos intentos para aprobar el examen práctico de conducir.
Su profesor de autoescuela, David Currey, reveló que Bearman suspendió su primera prueba por una falta en un semáforo.
"No estoy seguro si fue por pasar un ámbar o por no detenerse por completo", explicó Currey.
"En su segundo examen, lo hizo perfecto y estoy orgulloso de haberlo ayudado a aprobar", agregó.
La anécdota ha generado bromas entre los aficionados al motor, quienes comparan la destreza de Bearman al volante de un Fórmula 1 con sus dificultades para respetar las señales de tráfico.
"Yo diría que sigamos hacia la leyenda absoluta.
Pero si lo veo en casa entonces no quiero competir con él.
No quiero quemarme en los semáforos en rojo del pueblo", bromeó su examinador.
Más allá de la anécdota, la historia de Bearman es una muestra de su determinación y talento.
A pesar de su corta edad, el piloto inglés ha logrado destacar en una de las competiciones más exigentes del mundo.
Su debut en la Fórmula 1 ha sido un éxito y muchos ya lo ven como una futura estrella del automovilismo.
La historia de Bearman es una inspiración para todos aquellos que sueñan con alcanzar grandes cosas.
Con trabajo duro, dedicación y talento, todo es posible.
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