gobierno japonés ha anunciado una importante flexibilización en las normativas de comercio de equipamiento militar, permitiendo la exportación de avanzados aviones de combate de última generación.
Estos aviones, desarrollados en colaboración con el Reino Unido e Italia, representan un hito en la industria aeroespacial y militar.
Hasta el momento, la legislación japonesa prohibía la exportación de equipamiento militar a terceros países, salvo algunas excepciones.
Sin embargo, el desarrollo conjunto de estos innovadores aviones de combate ha motivado un cambio significativo en esta política.
El portavoz gubernamental, Yoshimasa Hayashi, subrayó la importancia de este paso hacia adelante en la seguridad nacional.
"El plan de fabricar aviones de combate con capacidades esenciales para la seguridad de nuestra nación debe cumplirse para garantizar que las defensas de nuestra nación no se verán comprometidas", afirmó ante la prensa.
Solo podrán venderse a países que no estén involucrados en conflictos activos y que hayan ratificado compromisos internacionales de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
Además, cada exportación requerirá la aprobación expresa del gobierno japonésEs importante destacar que esta medida representa un cambio significativo en la postura de Japón respecto a su política de seguridad.
Si bien la Constitución japonesa, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, limita las funciones de su ejército a un papel defensivo, el país ha estado incrementando su gasto militar y reforzando su política de seguridad en los últimos años.
Los aviones de combate, pilares fundamentales de la aviación militar, han evolucionado enormemente desde sus primeras versiones en la Primera Guerra Mundial.
Diseñados para el combate aéreo, estos aviones cuentan con características únicas, incluyendo velocidad supersónica, maniobrabilidad extrema y sistemas avanzados de armamento y aviónica
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