Atenas despertó bajo un manto anaranjado, una escena poco común que ha llevado a las autoridades a emitir advertencias sobre la calidad del aire y la salud pública.
Las autoridades griegas han instado a las personas con problemas respiratorios a evitar actividades al aire libre y usar mascarillas protectoras debido al aumento de partículas en el aire.
El fenómeno, causado por fuertes vientos del sur, ha llevado el polvo del Sahara incluso hasta el norte del país, afectando ciudades como Salónica.
Observatorio Nacional de Atenas señala que este evento es uno de los más graves desde 2018, cuando nubes similares cubrieron la isla de Creta.
Las autoridades también advierten sobre el aumento de la contaminación por micropartículas debido a este fenómeno.
A pesar de las advertencias, algunos residentes de Atenas han optado por subir a las colinas para observar el inusual cielo naranja que cubre la ciudad.
El servicio meteorológico nacional prevé que los cielos se despejen en las próximas horas a medida que los vientos cambien de dirección.
El desierto del Sahara libera entre 60 y 200 millones de toneladas de polvo mineral al año, algunas partículas viajan largas distancias, llegando incluso a Europa.
El polvo del desierto del Sahara tiñe de naranja el cielo sobre Atenas y el sur de Grecia, afectando la salud y la visibilidad.
El martes, Atenas despertó bajo un manto anaranjado, una escena poco común que ha llevado a las autoridades a emitir advertencias sobre la calidad del aire y la salud pública.
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