Clausura 2024 ha sido notable no solo por la competencia en el campo, sino por establecer un récord peculiar en la historia del fútbol mexicano: es la primera vez que cuatro jugadores comparten el título de goleo con solo ocho goles cada uno.
Esta cifra establece un nuevo mínimo en términos de productividad goleadora para un campeón de goleo en un torneo de 17 fechas.
Los jugadores que han alcanzado esta marca son Federico Viñas de León, Uriel Antuna de Cruz Azul, Salomón Rondón de los Tuzos de Pachuca y Díber Cambindo de Necaxa.
La temporada ha sido atípica en muchos sentidos, especialmente en la carrera por el goleo.
Salomón Rondón, por ejemplo, no jugó todos los partidos completos, lo que sin duda afectó su potencial goleador.
Mientras tanto, Díber Cambindo se vio limitado por una lesión que lo dejó fuera de varios partidos, planteando la pregunta de qué podría haber logrado con una temporada completa.
Este tipo de situaciones resalta cómo diversas circunstancias pueden impactar significativamente en las oportunidades de un jugador para sobresalir.
Mirando hacia ligas europeas, la disparidad se hace aún más evidente.
En comparación, Artem Dovbyk y Erling Haaland mostraron cifras considerablemente más altas en sus respectivas ligas con menos jornadas disputadas.
Haaland, por ejemplo, marcó 14 goles en sus primeros 17 partidos en la Premier League, casi el doble de los goleadores del Clausura 2024.
Esta comparación subraya no solo las diferencias en el estilo de juego y las defensas entre las ligas, sino también la excepcionalidad de la situación en México este torneo.
Este récord establecido en el Clausura 2024 genera preguntas sobre el futuro del goleo en la Liga MX.
¿Es este un indicativo de una tendencia hacia la defensa o simplemente una anomalía? ¿Cómo afectará esto a las futuras estrategias de los equipos y al desarrollo de talentos ofensivos dentro de la liga? Además, con la salida de figuras prominentes y la llegada de nuevos talentos, los próximos torneos podrían ofrecer respuestas a estas interrogantes.
La baja cuota goleadora también puede tener implicaciones en cómo se percibe la Liga MX tanto nacional como internacionalmente.
Mientras que las ligas europeas continúan exhibiendo altas cifras de goleo, la Liga MX enfrenta el desafío de mantenerse competitiva y atractiva para futuras estrellas y aficionados que valoran el espectáculo y la emoción de los goles frecuentes.
El Clausura 2024 será recordado por su singularidad en términos de productividad goleadora.
Este fenómeno ofrece tanto una oportunidad para reflexionar sobre el estado actual del fútbol mexicano como un impulso para adaptar y mejorar las estrategias de desarrollo de jugadores y competencias.
Solo el tiempo dirá si este torneo fue una excepción o el presagio de una nueva norma en la Liga MX.
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