Este 8 de abril, el hizo público un documento titulado "Dignitas infinita" (Una dignidad infinita), centrado en el respeto por la dignidad humana, en el que critica prácticas cambio de sexo y la gestación subrogada.
El texto, de alrededor de veinte páginas, fue aprobado por el papa Francisco y elaborado por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, un órgano de la Santa Sede encargado del dogma.
El documento aborda temas como la guerra, los derechos de los migrantes, la pobreza y la justicia social.
Iglesia católica reafirma su postura contra el aborto, la eutanasia y la maternidad subrogada.
Además, aunque defiende los derechos de las personas LGTBI, el documento advierte que el cambio de sexo "corre el riesgo de atentar contra la dignidad" de la persona.
En particular, el texto resalta que las personas LGTBI+ merecen respeto y denuncia las persecuciones que sufren en algunos lugares del mundo debido a su orientación sexual.
Sin embargo, también dedica un apartado crítico al cambio de sexo, argumentando que "la dignidad del cuerpo no puede considerarse inferior a la de la persona como tal" y que las operaciones de cambio de sexo podrían afectar esta dignidad.
El documento hace excepción para las personas con anomalías genitales evidentes al nacer o que se desarrollan posteriormente, quienes pueden optar por recibir asistencia médica para resolver estas anomalías.
Vaticano rechaza firmemente la gestación subrogada, argumentando que contradice la dignidad fundamental de todo ser humano.
También condena el aborto, considerándolo una forma de violencia contra las mujeres, y advierte sobre los peligros de aceptar esta práctica en la moral y la ley.
Por primera vez de manera tan específica, el Vaticano denuncia la "teoría del género", calificándola como una "colonización ideológica muy peligrosa", según las palabras del papa Francisco.
Este nuevo documento ha generado diversas reacciones, con asociaciones católicas LGBT en Italia y en el extranjero expresando su decepción.
Argumentan que este enfoque podría afectar negativamente la imagen y los derechos de las personas transgénero, alimentando la violencia y la discriminación.
New Ways Ministry, un grupo de defensa de los católicos LGBTQ, criticó el documento como una "teología obsoleta" que podría contribuir a la continuación de la discriminación contra personas no heterosexuales.
Argumentan que, si bien el documento defiende el respeto y la dignidad de cada ser humano, no aplica estos principios a las personas con diversidad de género, lo que podría causar daño físico y emocional a las personas transgénero, no binarias y otras personas LGTBI+.
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