El secretario general de la ONU, António Guterres, ha reiterado en una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad que las represalias con uso de fuerza están prohibidas por la ley internacional.
Este recordatorio viene en un momento de alta tensión entre Irán e Israel, tras recientes incidentes violentos que han puesto a la región al borde de un conflicto armado.
Guterres destacó que ni Medio Oriente ni el mundo pueden permitirse otra guerra, enfatizando la necesidad de adherirse a los principios de la ley internacional para mantener la paz y seguridad globales.
Según el secretario, es esencial que todas las partes involucradas reconozcan y respeten estas normas para evitar escaladas innecesarias.
Durante su intervención, Guterres no solo abordó las recientes acciones de represalia, sino también la responsabilidad común que comparten todas las naciones bajo la ley internacional.
Se refirió específicamente a los esfuerzos necesarios para lograr un alto el fuego en Gaza, la liberación de los rehenes en manos de Hamás y la prevención de un deterioro mayor de la violencia en Cisjordania.
"Es vital que evitemos cualquier acción que pueda conducir a una confrontación mayor", dijo Guterres.
Subrayó la importancia de una diplomacia cautelosa y de medidas que prioricen la protección de los civiles, quienes, señaló, "ya están pagando el precio más alto" debido a los continuos enfrentamientos y la inestabilidad en la región.
Guterres también criticó las justificaciones proporcionadas tanto por Israel como por Irán, que han invocado la carta fundacional de la ONU para defender sus respectivas acciones.
Mientras Irán ha justificado un "ataque de gran escala" como un acto de represalia, Israel ha respondido con medidas que desafían la inviolabilidad diplomática, como el ataque al consulado iraní en Damasco.
El secretario general hizo un llamado urgente a ambas naciones para que reconsideren sus estrategias y busquen alternativas que no involucren el uso de fuerza.
"La escalada solo conducirá a más violencia y sufrimiento", afirmó, pidiendo a todas las partes implicadas que se comprometan con una solución pacífica y dialogada que respete la ley internacional.
Con estas palabras, Guterres no solo busca mediar en una situación potencialmente explosiva, sino también recordar al mundo la importancia de adherirse a los principios de justicia y paz que la ONU ha promovido desde su creación.
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