El Instituto Nacional Electoral (INE) diseñó un inusual escenario para el primer debate presidencial que se llevará a cabo este domingo, donde los líderes de los principales partidos políticos se encontrarán en un espacio cerrado y sin acceso a cámaras, en un intento por mantener la imparcialidad y la prioridad en las candidaturas.
El evento se llevará a cabo en un auditorio con poco más de 300 asientos, donde se concentrará la élite política mexicana en la contienda electoral más grande de la historia del país.
Sin embargo, este lugar se convertirá en un "punto ciego", con ninguna cámara capturando el momento en el que Mario Delgado, Marko Cortés, Alejandro Moreno y Dante Delgado se enfrenten durante 109 minutos.
El auditorio del INE, donde se transmitirá el debate desde una pantalla, contará con 40 lugares reservados para representantes de cada candidatura, incluidos Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez.
Mientras los candidatos debaten en el salón del Consejo General del INE, todos los líderes de los siete partidos políticos nacionales estarán presentes en un mismo espacio cerrado, pero sin la mirada de las cámaras, siguiendo las instrucciones logísticas del instituto para dar igualdad de condiciones a todas las candidaturas.
Para evitar confrontaciones entre los equipos del oficialismo y la oposición, se ha acordado colocar en el centro a los invitados de Movimiento Ciudadano, siguiendo un sorteo que refleja la dinámica de las campañas políticas.
El evento está meticulosamente planeado, con cada candidatura teniendo su propio camerino en el edificio del INE, donde solo podrán ingresar cinco personas, principalmente familiares y asesores principales.
Se espera que el debate dure 109 minutos, con medidas estrictas para garantizar la imparcialidad y la transparencia en el proceso electoral.
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