En un movimiento preventivo sin precedentes, Israel ha anunciado el cierre de todas las escuelas en el país y la imposición de restricciones severas en reuniones públicas.
Esta decisión responde directamente a las crecientes amenazas de ataque por parte de Irán.
Según el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, desde el próximo domingo, primer día de la semana en Israel, quedarán suspendidas "las actividades educativas, las excursiones y las salidas" escolares y extraescolares.
Esta medida afectará especialmente el domingo 14 y el lunes 15 de abril, destacó Hagari.
El gobierno israelí ha optado por esta acción drástica "teniendo en cuenta la situación de la seguridad".
Las restricciones no solo se limitarán a las instituciones educativas, sino que también afectarán los centros recreativos y todas las excursiones programadas.
A medida que la Pascua judía, Pésaj, se aproxima, las reuniones al aire libre serán limitadas a un máximo de mil personas, con restricciones aún más estrictas en las zonas fronterizas, incluido el cierre de playas.
A pesar de las severas restricciones en las actividades educativas y recreativas, las actividades comerciales permanecerán sin cambios.
Daniel Hagari ha instado a la población a mantener un nivel de "vigilancia y responsabilidad" durante este período turbulento.
"Los sistemas de defensa y ataque de la fuerza aérea están en alerta y decenas de aviones patrullan los cielos, preparados y listos para cualquier eventualidad", señaló.
Aunque Israel cuenta con un avanzado sistema de defensa antiaérea, Hagari admitió que "la defensa no es hermética".
En un giro de acontecimientos relacionados con la seguridad, el canciller israelí, Israel Katz, ha cancelado un viaje planeado a Austria y Hungría.
Este viaje tenía un significado especial, pues incluía a familiares de rehenes que han sido retenidos en Gaza por el movimiento islamista Hamás desde el 7 de octubre.
Esta cancelación subraya la gravedad con la que Israel está tomando las amenazas actuales.
La tensión en la región se intensificó después de que Irán prometiera represalias por el bombardeo del 1 de abril contra su consulado en Damasco, un ataque que Irán atribuye a Israel.
En dicho bombardeo perdieron la vida siete miembros de los Guardianes de la Revolución, incluyendo dos generales.
El presidente estadounidense, Joe Biden, también ha comentado sobre la situación, advirtiendo que espera represalias por parte de Irán "más pronto que tarde".
Estas medidas de precaución por parte de Israel no solo destacan la creciente inestabilidad en la región, sino que también ponen de manifiesto la delicada situación de seguridad que enfrentan tanto israelíes como iraníes.
Con la comunidad internacional observando de cerca, el impacto de estas restricciones en la vida cotidiana de los ciudadanos israelíes y la respuesta potencial de Irán podrían tener implicaciones significativas para la estabilidad regional en el futuro cercano.
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